Como todos los años, el 17 de noviembre se recuerda el Día del Bebé Prematuro.
“Este año el lema es ‘el abrazo de la familia, una terapia poderosa’ y hace hincapié en la importancia del contacto piel a piel en las unidades de cuidados intensivos neonatales, frecuente y, de ser posible, desde la primera hora de vida”, dijo la Dra. Mariela Fernández, del Hospital de Reconquista.
Cuando un bebé nace en forma prematura, un equipo multidisciplinario se encarga de su diagnóstico y tratamiento, y de darle la asistencia para que se alimente, respire y mantenga la temperatura corporal. Pero no todo el apoyo llega desde la medicina. En ese espacio, la familia tiene un rol protagónico: el contacto frecuente y piel a piel de los padres con el recién nacido facilita su camino hasta alcanzar la evolución que no terminó de desarrollar en el vientre materno.