En 1997 la OMS decretó el 21 de junio como el Día Mundial de la Lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

Desde 1997, la OMS instauró el 21 de junio como el Día Mundial de la Lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad que afecta a las neuronas motoras localizadas en la médula espinal y el cerebro.

El término cubre un grupo de enfermedades relacionadas que atacan las neuronas motoras (también llamadas motoneuronas). Estas son células nerviosas que se encuentran en el cerebro y la médula espinal. Controlan el funcionamiento de los músculos. Los mensajes gradualmente dejan de llegar a los mismos, lo cual lleva a tener debilidad, rigidez y atrofia. La ELA es una condición que limita la vida en forma progresiva y que puede afectar el caminar, el habla, la deglución y la respiración. Sin embargo, no todos los síntomas necesariamente les suceden a todos y es poco probable que todos ellos se desarrollen al mismo tiempo.

Actualmente, no existe una cura para la ELA, los síntomas pueden ser manejados para mejorar la calidad de vida.
Se caracteriza por atrofia progresiva de todos los músculos del organismo, a excepción del corazón y los que controlan los esfínteres vesical y anal y los movimientos de los ojos.
También se mantienen intactos los sentidos y el intelecto.
La ELA afecta a las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, que son las encargadas de hacer que los músculos del cuerpo se muevan. Esto hace que el cerebro no pueda controlar el movimiento del cuerpo y la persona pierda progresivamente el control de los músculos.

Si bien los síntomas pueden ser muy variados, en general son consecuencia de la debilidad y pueden llegar a afectar la capacidad de caminar, vestirse, escribir y otras actividades.

La enfermedad fue descrita en 1869 por el neurólogo francés Jean Martin Charcot, uno de los fundadores de la neurología moderna. Por ello, la esclerosis lateral amiotrófica también es llamada enfermedad de Charcot.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo dos de cada 100 mil personas en el mundo tiene ELA, lo que hace que sea catalogada como una enfermedad poco frecuente.

  • Los investigadores han encontrado que puede afectar a cualquier persona, aunque por lo general los diagnosticados son varones de entre 40 y 70 años.
  • También se sabe que un 90% de los casos ocurre sin que exista un factor genético o hereditario.

Los primeros síntomas que pueden alertar sobre un caso de ELA

  • Debilidad en piernas, brazos y manos.
  • Dificultad para agarrar o manipular objetos.
  • Dificultad para caminar, hablar y tragar.
  • Movimiento involuntario y repetitivo.
  • Calambres musculares en manos y pies.
  • Falta de aliento y dificultad para respirar o comer, en etapas más avanzadas.

Ante alguno de estos síntomas, se debe consultar con un médico neurólogo.