A partir de este lunes 5 el Centro de Integración Juvenil ubicado en barrio Belgrano de Avellaneda lleva el nombre del Padre Néstor Vera, fundador de la Obra de El Buen Samaritano en toda la región y el país.
Del acto participaron el intendente de la ciudad, Gonzalo Braidot, el Obispo Diocesano, Mons. Ángel J. Macín, el senador departamental Orfilio Marcón, la diputada Marlen Espíndola, Tomás Franzoy como presidente del Concejo de Avellaneda y Lucas Franzoy, coordinador del Centro, entre otras autoridades municipales y vecinos de Avellaneda que se acercaron a la imposición del nombre que fue bendecida por el Párroco Walter Vénica.
Este centro da apoyo, guía y contención a los jóvenes de distintos barrios que tienen, en su mayoría, problemas de adicciones. «El centro cobija a chicos de máxima vulnerabilidad de los barrios, la mayoría atravesados por los consumos problemáticos», expresó Lucas Franzoy, en Radio Amanecer.
La iniciativa de nombrar al Centro con el nombre del Padre Néstor surgió del Concejo municipal de Avellaneda ya en el mes de septiembre cuando se conmemoraba el primer año de la partida del Padre Vera, y en marco del quinto aniversario del centro juvenil.
La propuesta llegó a los integrantes del espacio de integración juvenil y fue recibida con gran alegría por lo que se siguió adelante con la misma.
En el centro Padre Néstor Vera trabajan con jóvenes que se encuentran atravesando una situación de consumo problemático o que están más vulnerables a estas. Desde estos espacios los acompañan para salir o para prevenir a través de talleres de oficios, culturales, deportivos, recreativos y terapias individuales, grupales. El eje es la espiritualidad.
Lucas Franzoy, integrante del centro explicó que: «Trabajamos para buscar sentido a la vida. En definitiva, lo que buscamos es que los jóvenes descubran que es lo que les gusta hacer, armar su proyecto de vida saludable, pensarse, proyectarse a futuro y no pensar solo en el día a día. darles las herramientas para que puedan salir de la apatía, desinterés por el futuro y se piensen más allá».
Para finalizar, Franzoy expresó su alegría particular y la del grupo por el significado especial de que el Centro Juvenil lleve el nombre del Padre Néstor Vera: «Conocí a Néstor y creo que quien lo hizo quedó como quede yo maravillado con la obra de Dios que a través de él se hacía. Su nombre significará que el sigue siendo ese faro, esa lampará que da luz y esperanza».