El escritor y profesor Aldo Sotelo recuerda al equipo de fútbol que salió de viaje rumbo a Santo Tomé en horas de la madrugada para vivir un encuentro deportivo, sin saber que al regreso a Reconquista serían protagonistas de un hecho que quedó grabado para siempre en sus retinas y que vistió de luto a todos los empleados y directivos de la empresa FRIAR.
Eloy Cucit dice que el 1° de Mayo de 1973 tiene lugar en aquella ciudad un torneo cuadrangular en el que participan cuatro frigoríficos de la provincia: de Santo Tomé, Santa Fe, Rosario y Friar de Reconquista.
Friar Reconquista, es una planta industrial que en aquellos años se caracterizaba por tener entre sus empleados a destacados futbolistas de nuestro balompié local, que llegaban allí a partir de los acuerdos que hacían con los directivos de los clubes: firmar para un determinado equipo a cambio de un trabajo, esa era la condición.
Así los Buyatti los nucleaban en su fábrica de aceites, los Pietropaolo en Friar, los Vacou en la empresa de energía, por citar algunos ejemplos, y en cada uno de esos sitios se podían armar verdaderos seleccionados.
“Tito” Deiber en esos años era jefe de almacén y su hermano “Chencho” dice que les consiguió empleo a muchos futbolistas de distintos equipos.
La delegación que viajó a Santo Tomé tenía entre sus integrantes a empleados de planta y administrativos que jugaban en Adelante y en Racing, salvo Marciano Acosta que lo hacía en Talleres.
El equipo fue armado por “Chulo” Ambrosig y Tito Deiber.
Partieron a la madrugada porque el cuadrangular empezaba y terminaba ese mismo día, cuenta “Chanchita” Núñez que era empleado de Friar, quién informa que el primer partido le ganan a Santo Tomé y la final a Rosario por 2 a 1.
Después del festejo en la cancha, vuelven a Reconquista en cinco autos, en uno de ellos viajaba el jefe de personal de la empresa Juan Carlos Marozzi que manejaba y lo acompañaban un hijo de 12 años aproximadamente y el operario Pérez adelante, y atrás iban “Kilo” Molina, Bianchi y Francovich.
En las proximidades de San Justo a eso de las 17 hs , cuando pasaba un vehículo, el auto que conducía Marozzi se topa con un camión que venía de frente, el choque fue inevitable, el conductor fallece en el acto y su hijo sobrevive, pero muere cuando iba camino al sanatorio en Santa Fe.
Molina, Bianchi y Francovich son internados en San Justo y Pérez trasladado a Santa Fe en grave estado.
Lógicamente toda la delegación que venía atrás a unos 300 metros, según el relato de “Chanchita”, pudieron ver todo lo que ocurrió, es así que estaban todos muy consternados y tristes por lo que había sucedido, pero después que todos fueron asistidos siguieron viaje.
Llegaron las ambulancias, se paró el tránsito, las víctimas fueron atendidas, los directivos de la empresa se trasladaron raudamente en avión hasta el lugar para acompañar a los familiares de Marozzi que era de Santa Fe.
“Veníamos hecho bolsa luego de lo sucedido, Marozzi traía en su auto el trofeo que ganamos en el torneo”, dice “Chanchita” Núñez.
El 2 de Mayo era día laborable y Friar trabajó normalmente, claro que quienes asistieron al evento que terminó trágicamente, no se olvidan de lo sucedido por más que hayan pasado más de 50 años de ese accidente fatal.
Arriba: Pacho Paterno de Adelante, Moncholito, Cupo Ortiz de Adelante, Tito Deiber de Adelante, Tino Fleitas de Racing, Indio Miño de Adelante, Eloy Cucit de Adelante, Bianchi y Empanada Escobar de Adelante.
Abajo: Marciano Acosta de Talleres, Gustavo Frey de Adelante, Osvaldo Quiroz de Racing, Juan Cardozo de Adelante, Francovich de Racing, Mario Nicle de Adelante y Chanchita Núñez de Adelante.
En estos años “Tito” Deiber era Jefe de Almacén de la empresa y fue quién ayudó a ingresar a Friar a varios de los futbolistas que trabajaban allí.
Foto: Cedida por Chanchita Núñez