El grupo inversor argentino Cima SA ha adquirido la deuda de Vicentín con bancos internacionales, convirtiéndose en el principal acreedor de la agroexportadora.

Cima adquirió una deuda verificada por 447.19 millones de dólares, comprada a una fracción del valor nominal, estimándose que la operación rondó los 70 millones de dólares.

La empresa compradora tiene como referente al ex Wall Street Esteban Nofal. Anunció que su intención es contribuir a la resolución del largo proceso judicial de Vicentín, que lleva más de cinco años, buscando una solución que contemple los intereses de todas las partes involucradas, en particular la conservación de los puestos de trabajo y el capital humano de la empresa.

Con esta adquisición, Cima se posiciona como el árbitro clave en el futuro de la compañía santafesina, actualmente en crisis por su incumplimiento de pagos. En su comunicado, el grupo aseguró estar dispuesto a colaborar con diversos actores en el proceso, incluyendo al Grupo Grassi, con el que mantiene conversaciones sobre una posible participación en el proceso de «cramdown» (salvataje) que podría ser ordenado por la Corte Suprema de Santa Fe.

El grupo Grassi, segundo acreedor comercial de Vicentín, ha propuesto un plan que mejoraría las condiciones de pago a los acreedores, particularmente a los medianos y grandes productores, e incluiría la adquisición de los activos industriales de la empresa en el norte de la provincia de Santa Fe. En contraposición, el plan de Vicentín, que ya fue parcialmente aprobado en Cámara, contempla quitas del 80% a ciertos acreedores y dejaría sin comprador los activos industriales fuera de las plantas de San Lorenzo, Ricardone y Timbúes.

 

Por su parte, Vicentín se mostró en contra del proceso de «cramdown», advirtiendo que no tendría los recursos para financiarlo y que se enfrenta a dificultades económicas para continuar operando. En un comunicado, la empresa destacó que la prolongada dilación en la homologación del acuerdo de pago ha agotado su caja, poniendo en riesgo la capacidad de pago de salarios.

El futuro de Vicentín ahora dependerá de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, que debe definir si avala o no el acuerdo de pagos propuesto por la agroexportadora.