Ante la situación de público conocimiento originada por la mortandad de peces en ambientes de aguas poco profundas, el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe informó que, según los análisis preliminares efectuados por personal técnico competente, tal evento obedece a la bajante extraordinaria y prolongada experimentada por dichos ambientes, lo que sumado a las altas temperaturas registradas ha provocado una disminución considerable en los niveles de oxígeno disuelto en el agua, afectando, en consecuencia, la fauna íctica. Dicha situación no se ha manifestado en el cauce principal de los ríos de nuestra provincia.
Este martes, personal técnico del Ministerio recorrió la Laguna del Plata en Vera y Pintado (departamento San Justo). “El objetivo fue analizar la situación, evaluar el escenario y tomar muestras tanto de los peces muertos, como del agua», comentó Danilo Demonte, biólogo de la Dirección de Manejo Sustentable de los Recursos Pesqueros del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático. «Necesitamos ver el volumen de los pescados y tomar muestras que nos permitan contar con un mayor caudal de información para saber las razones de la mortandad», explicó.
“Lo que ocurre es que lagunas que no tienen aportes de ríos o arroyos paulatinamente se van secando, o mantienen un caudal de agua tan bajo que cuando las altas temperaturas las calientan pierden oxígeno, y se produce el fenómeno de hipoxia o anoxia, que en definitiva es la ausencia o disminución considerable del oxígeno disuelto en el agua”, detalló por su parte el asesor técnico Gaspar Borra.
“Desde el gobierno de la provincia de Santa Fe venimos monitoreando esta situación desde el inicio de este fenómeno, que se produjo en lagunas del norte, centro y sur de la provincia, y es un fenómeno que va a continuar hasta tanto no llueva”, detalló el asesor.
En relación al retiro de los peces explicó que “la evaluación que debe hacerse antes de proceder al retiro de los peces muertos es si no estamos afectando las márgenes de las lagunas si se utilizan equipos pesados. Además se estaría sacando del medio natural a estos peces, que forman parte de un sistema donde habitaron y murieron”.
“Cuando se los retira, se priva también de alimento a toda la cadena alimentaria, desde las bacterias hasta las aves carroñeras, incluyendo a otros peces e insectos. En estos sitios naturales, lo que debemos hacer es tratar de intervenir lo menos posible para evitar que un fenómeno natural termine afectando el ambiente”, continuó el funcionario provincial.
“Ante esa situación, se aconseja a la población no consumir ejemplares muertos o moribundos, ya que los peces se descomponen rápidamente y podrían representar un grave riesgo para la salud”, finalizó Borra.