Una idea de Froilán «Tatacho» Mascheroni que fue creciendo, y hoy es un verdadero Museo, el de Flor de Oro. Comenzó con la idea de ser un Museo Agrícola solamente, y hoy se expandió a objetos antiquísimos de la zona rural sobre todo, pero pudiendo encontrarse en su recorrida, hasta con una vértebra o costilla de una ballena traída desde el sur argentino.

Ubicado en el corazón de la pequeña comunidad de Flor de Oro, distrito Lanteri, hoy el Museo funciona únicamente los días Domingos y Feriados, y con grupos de personas de manera coordinada con los propietarios.

Hoy nos atendió Verónica Mascheroni Benvenutti, quien sigue los pasos de «Tatacho», fallecido hace un tiempo, cuando aún le quedaba mucho por dar para su sueño.

Uno no sólo se encuentra con el Museo, sino también con la «Fonda», un lugar para picar algo mientras se recorre. El lugar tiene maquinaria agrícola, mobiliarios antiquisimos de algunas instituciones, y todo lo que fueron aportando muchos vecinos de la región, o de lo que adquirió Froilán en algún lugar de la provincia.

Verónica, quien está encargada del Museo, contó a Radio Amanecer que «mi papá quería tener un museo para darle vida al pueblo, él estaba muy orgulloso de que mucha gente conocía a Flor de Oro por el Museo, a él le gustaba que la gente llegue hasta el pueblo porque el museo era un atractivo, no quería que el pueblo se convierta en fantasma».

Recibe visitas todo el año, pero en otoño e invierno es la temporada «alta» para que mucha gente de la región vaya a visitarlo. «Viene mucha gente de la región, e incluso desde Santa Fe que nos preguntan cuándo pueden venir», dijo.

«El museo no tiene una característica particular, comenzó siendo un Museo Rural, pero fue tanta la cantidad de cosas que fue recibiendo mi papá, que hoy podemos decir que hay de todo, se amplió mucho y muchas cosas con historia propia de los pueblos de alrededores. Su idea era juntar maquinaria en un principio, pero fue ampliándose y hoy está desbordado de cosas de las más variadas», dijo.

El museo está situado en el corazón del pueblo, en un edificio que tiene mucha historia, aún conserva su estado original y también forma parte del atractivo. Perteneció a la familia Diez, de Don Froilán Diez, quien fundó el pueblo y es el papá de Patricio Diez, entre otros hijos que también fueron protagonistas en el norte provincial.

«Mucha gente se pone muy contenta cuando vé en la tarjeta el nombre de un familiar que donó tal o cual objeto. Pero creo que lo más valioso desde el punto de vista histórico son los libros contables del negocio que funcionaba acá, que tienen más de 100 años, escritos de puño y letra con todos los movimientos comerciales de esa época», confirmó Verónica.

El Museo nunca festejó un aniversario (15 de septiembre), «pero creo que este año, ya que no está mi viejo, y como un homenaje a él, vamos a hacer algo», precisó.

Si bien no es un Museo «Oficial», la Provincia lo ha incluido en una guía de Museos Provinciales.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí