Está donde siempre quiso estar. Federico Andrés Mancuello recorre el predio de Independiente en Villa Domínico como quien transita su propia casa. Allí, en las instalaciones del club del que es fanático por herencia familiar, se formó, vivió, creció y se afianzó como futbolista profesional. A los 34 años es referente del plantel y, en una larga charla con Olé, contó su gran anhelo de dar la vuelta olímpica.

 

-En el plantel de Independiente hay juveniles como Parmo, de 15 años, y Santi López, de 17. Cuando vos estabas arrancando en Primera estos chicos ni siquiera habían nacido, ¿te pusiste a pensar en esa particularidad?

-Son muy jóvenes. Al ser compañeros uno no se pone a pensar el día en que nacieron. Pero como hincha de Independiente a mí me pone contento que se les dé lugar a los chicos del club. Eso demuestra que hay un buen trabajo que viene haciendo la gente de Inferiores. Que ellos estén acá con nosotros, que puedan dar sus primeros pasos y sentir su primera pretemporada es algo que me pone muy contento. Vamos a intentar ayudarlos para que esta adaptación sea lo más rápido posible y que puedan crecer de la mejor manera.

-Eso refleja el rol que vos ocupás hoy en el plantel, sos uno de los referentes y eso también implica una gran responsabilidad. ¿Cómo llevás esa mochila?

-Sí, porque pasé muchos años en el club, sé muy bien dónde estoy, lo que requiere y genera estar en Independiente. La idea de todo el grupo es poder ayudar a los chicos a que se puedan desenvolver de la mejor manera. Que puedan sentirse a gusto y como en casa para desenvolverse bien en el campo de juego.

-¿Y cómo te sentís vos en este rol de referente y de tener que ejercer el liderazgo?

-Bien, intento tomarlo con naturalidad. Uno siempre tiene que ser de la misma manera. Sé que tengo que intentar predicar con el ejemplo, tener una conducta de entrenamiento muy buena, llegar temprano y tener buenos hábitos. Eso es lo que uno intenta demostrarle a sus compañeros. Y en la cancha, poder rendir.

Mancuello, al trote en una práctica. (Foto: Guillermo Rodríguez Adami) 

-¿Quiénes eran tus referentes cuando recién arrancabas y qué cosas aprendiste de ellos para aplicarlas hoy desde este rol que te toca ocupar?

-Sí, había muchísimos. No quiero olvidarme de alguno, pero se me vienen a la cabeza Eduardo Tuzzio, el Rolfi Montenegro, el Cuqui Silvera, Cristian Tula… Todos ellos siempre estaban al servicio de los compañeros. Después también algunos chicos del club como Fabi Assmann o Adrián Gabbarini, que siempre estaban con los más chicos, pendientes de que no nos falte nada. Un líder tiene que estar en el día a día para hacer que todo sea lo más natural posible para los que empiezan.

-¿Tomás cosas que vos veías en ellos en aquellos años para implementarlas vos?

-Sí, sin dudas. Uno siempre va recolectando las buenas actitudes que vio a o largo de su carrera. A mí lo que me gusta es que sigo viniendo al club con la misma ilusión que tenía a los 18 años. A partir de ahí, intento demostrarles la felicidad que siento en el día a día por venir a entrenar, el orgullo que siento por vestir la camiseta de Independiente. Es algo que a mí me nace y que lo siento todos los días. Trato de dejarles un poco eso, que sepan que están en un club maravilloso que te abre muchísimas puertas. Hay que disfrutarlo día a día. Espero que a los chicos les pueda llegar mucho eso.

-Tanto vos como Marcone son hinchas confesos de Independiente. ¿Hay que recuperar el sentido de pertenencia? ¿Qué grado de importancia le das a eso?

-Eso es algo fundamental. Y no sólo pasa por ser hincha, sino por sentirse parte del club. Independiente te abre puertas para un montón de oportunidades. Hay que respetar el lugar donde uno está. Querer y valorar al club hace que uno se pueda desenvolver de una manera distinta. Eso es a lo que apuntamos y sería lo ideal. Con la llegada de Carlos yo creo que eso también se fue recuperando, porque una pata fundamental de la mesa es la del entrenador. Es importante que él tenga una línea de se asemeja a lo que el club y la institución requiere. Eso facilita el trabajo, porque sólo hay que dedicarse a continuar por la línea del entrenador y dedicarse a jugar a la pelota. Es clave mostrar el camino y, más que hablar, predicar con el ejemplo.

-Tevez, que está muy identificado con Boca, remarcó desde el primer día la grandeza de Independiente y lo que implica defender su camiseta. ¿A veces eso se ve más desde afuera que desde adentro?

-Sí, sin dudas. No importa el color de la camiseta, sino las acciones que uno haga. Y respetar el lugar donde estás. A partir de ahí, Carlos (Tevez) llegó con una línea muy fuerte de trabajo, de entrenamiento, una línea muy fuerte en cuanto a su mensaje. Entonces el rol de los líderes se facilita porque sólo tenemos que seguir esa línea. Hoy los chicos que están subiendo tienen un buen lugar donde crecer, porque es un ámbito de exigencia constante, donde no hay relajación. Carlos exige no sólo a los jóvenes, sino también a los grandes.

-¿Qué aportó Tevez? Desde su llegada se notó un cambio de clima en el club…

-Él era lo que necesitábamos. Los cambios siempre generan ese movimiento que hace que todo se renueve. Los resultados han acompañado muchísimo y yo creo que la armonía del grupo también. Esperamos, en este campeonato que se viene, poder instalarnos en un lugar más importante de la tabla y poder pelear los campeonatos hasta el final.

-¿Cómo es Tevez en el día a día? ¿cómo lo describirías?

-Es un técnico muy completo porque trabaja muy bien en la semana. Está muy encima en los detalles en cuanto al planteo de los partidos. Desde su primer día siempre lo noté muy en los detalles acerca de los rivales. Y además es muy claro con el mensaje. A la hora de preparar los partidos, no es un entrenador que está muy encima de los jugadores, sino que corrige sobre lo que va pasando. El plantel lo ha tomado muy bien.

-¿Su mensaje es simple y directo?

-Es muy simple, muy conciso. Se han entendido muy bien todos los planes de juego que ha tenido. Sacando el último partido con Talleres, en el que hubo desconexión del equipo y un poco también la relajación de el habernos salvado de la parte baja de la tabla. En ese partido hubo un montón de matices que hicieron que se baje un poco la guardia. Pero en los otros partidos siempre estuvimos con la guardia bien alta, con un nivel de tensión muy alto. Y eso es mérito del técnico.

-¿Cuál fue el partido del torneo pasado en el que se vio mejor reflejada la idea del Independiente que quieren ustedes?

-El partido más completo fue contra Barracas Central. Ese fue el encuentro en el que el equipo jugó muy bien durante los 90 minutos. Después tuvimos un muy buen primer tiempo contra Central, con Argentinos Juniors, aunque no lo pudimos completar. La línea es esa: queremos un equipo con mucha intensidad a la hora de recuperar la pelota, y de buen trato cuando la tengamos.

-¿A cuánto están del Independiente ideal, de reflejar la idea en su totalidad?

-No somos conformistas. Si bien hubo una mejoría, hay un amplio margen de mejora y vamos a ir en búsqueda de eso. Tendremos toda la pretemporada para tratar de lograrlo. La vamos a aprovechar a muerte. Tendremos que trabajar muy duro.

-¿Cómo definirías el equipo que están tratando de conformar?

-Buscamos un poco eso que mencionaba: un equipo intenso cuando no tenga la pelota, en los momentos de presión. Y después, con la pelota, queremos un Independiente que sea lo más agresivo posible, que intente jugar porque estamos en un club que demanda eso. Intentaremos buscar esa mejor versión.

-¿Qué tan importante era sumar refuerzos?

-Sí, el fútbol de hoy demanda que venga gente nueva. Todo es para crecer, para mejorar. Y sin dudas que la gente que vino lo hizo para sumar, para estar bien. Intentaremos armar un Independiente mejor.

-La llegada de Ávalos generó expectativas porque viene de ser goleador en Argentinos. ¿Qué les puede aportar?

-No voy a descubrir nada, él ha demostrado en Argentinos lo que es capaz de hacer. Es un jugador que está en su Selección, que aparece en partidos importantes. Creo que nos va a venir muy bien para armar el equipo que queremos.

-¿Cómo los recibiste desde tu rol de referente?

-Bien, ellos ahora están comenzando la readaptación y hay que ayudarlos a acomodarse. Queremos que puedan integrarse lo más rápido posible y demostrar su fútbol.

-¿Con qué equipo se va a encontrar el hincha?

-Esperemos que sea como lo hablamos. Queremos un Independiente protagonista, tenemos la ilusión de hacer una gran pretemporada. Tenemos una ilusión muy grande de poder darle muchas alegrías al hincha. La gente nos acompañó muchísimo el año pasado y no tengo ninguna duda de que este año lo va a hacer de la misma manera. Sentimos que estamos en deuda, porque en el campeonato pasado estuvimos siempre entre los cuatro primeros, salvo en la última fecha. En este campeonato tenemos que estar entre los cuatro, ser protagonistas y pelear hasta el final.

-Central y Platense clasificaron cuartos, entraron a play offs por la ventana y llegaron a la final y eso da la pauta de la paridad que hay en el fútbol argentino. ¿Pensaron que si avanzaban podrían haber llegado a la final? ¿Se lamentaron por eso?

-La ilusión era pelear hasta el final, pelear por el título. Sentíamos que éramos capaces, porque hemos tenido buenos momentos en el campeonato. Esta paridad, y este formato del competencia te da la posibilidad de, en un partido, poder igualar la superioridad que por ahí puedan llegar a tener otros equipos. En este campeonato iremos en búsqueda de eso.

-¿Por qué decidiste volver a Independiente en un momento tan difícil?

-Porque sentí que era el momento, en conjunto con la dirigencia. Yo estaba muy cómodo en México y tenía contrato, sentí que era el momento de volver porque el club no la estaba pasando bien y creí que yo podía ayudar en la cancha, a los compañeros en el día a día. La decisión era un poco arriesgada por el momento del club, por la situación que estaba pasando. Pero siempre estuvo en mi cabeza que lo íbamos a lograr. Después de la demostración de unión y carácter que se vio de la gente en la colecta de Maratea, los jugadores teníamos que demostrar en la cancha ese carácter que nos caracterizó a los hinchas de Independiente en los últimos tiempos. Mi mujer, con mi hija y todos mis familiares, me apoyaron, estuvieron atrás de esta decisión y sabían que iba a salir bien. Estoy donde siempre quise estar y lo disfruto muchísimo.

-Cuando llegaste Independiente estaba complicado con la permanencia. ¿Lo pensaste dos veces? ¿Alguien te pidió meditar bien la decisión o las ganas de ir te empujaron a definirlo rápido?

-En ningún momento pensé lo que se estaba jugando Independiente, salvo cuando tomé la decisión de volver. Me puso muy triste el último partido del campeonato anterior a mi vuelta, que fue contra Boca. Yo estaba jugando un torneo en Estados Unidos con los equipos de México y sentí tristeza. Por eso hablé con mi representante para buscar la mejor salida. Los dirigentes del Puebla tuvieron un gran gesto conmigo y me han liberado para poder venir acá. Este es el lugar en el que yo quería estar, en el que yo soy feliz. Quiero retirarme acá, quiero terminar mi carrera en Independiente. Estoy en un buen momento de mi carrera, sé que puedo aportar mucho adentro de la cancha y lo estoy disfrutando muchísimo.

-¿Qué te decían tus amigos de Independiente y qué te dicen ahora?

-No, cuando les dije que volvía no lo podían creer. Me decían “vos estás loco, ¿cómo vas a elegir este momento?”. Los que me conocen saben cómo soy y qué pienso. Hoy lo estamos disfrutando muchísimo porque toda mi familia es hincha del club. Me vinieron a ver casi todos los partidos que jugamos de local.

-¿A Independiente lo seguiste siempre cuando estuviste afuera?

-Sí, obvio. Desde el 2004, cuando estaba en Inferiores, lo empecé a seguir con mi familia a la cancha. Es imposible dejar de seguirlo porque el vínculo que hay es muy grande.

-A vos te tocó estar en Flamengo cuando Independiente lo enfrentó en la final de la Sudamericana de 2017, el título más recordado de los últimos. ¿Cómo lo viviste?

-Fue raro, porque era una situación donde habían pasado cosas dentro del club y me habían planteado la situación de salir. Yo acepté, dije que no tenía ningún problema. Después de siete u ocho partidos en los que el equipo no encontraba el rumbo, el entrenador me volvió a poner y jugué un partido importante contra Corinthians, en el que hice un gol. Estuve en la semifinales y pensé que iba a jugar la final, pero llegué al estadio de Independiente y no participé.

Era una situación rara, porque en lo personal era una final más de una copa internacional y yo había participado de la del 2010 con Independiente. Ese año, en el 2017, habíamos perdido la final de la Copa de Brasil con Flamengo y yo quería estar, porque todo jugador quiere estar en ese tipo de partidos. Pero era muy raro tener a independiente del otro lado. Gracias a Dios la pudo ganar Independiente y la gente la recuerda con mucho cariño.

-Como hincha de Independiente, ¿cuál es el partido que recordás con mayor cariño?

-El que más recuerdo es el del año 2002, cuando ganamos el Apertura en cancha de San Lorenzo tras ganarle por 3-0. Era chiquito y ese equipo me lo sé de memoria. Salimos a festejar con mi papá, mi familia y todos mis amigos de Reconquista.

-¿Aspirás a vivir algo así como jugador?

-Obvio, eso es lo que uno anhela. Esperemos que en la brevedad podamos lograrlo.

-¿Hay equipo para lograrlo?

-Con la paridad que hay en el fútbol argentino, si yo te digo que no, ¿entonces para qué entraríamos a jugar? Con las piezas que llegaron y que van a seguir llegando se va a conformar un gran equipo. Y está en nosotros saltar, dar ese paso hacia adelante y creernos de que somos capaces. El equipo va a aparecer y vamos a pelear.

-¿Pesa esa mochila de 20 años sin obtener un título local?

-Hay que entrar a la cancha sin pensar en eso. Tenemos que mentalizarnos en que nosotros no tenemos la culpa de lo que pasó. Lo único que podemos resolver es lo que pasa ahora y tenemos que hacernos cargo de las situaciones que se nos presenten en el próximo campeonato. Hay que crear un buen vínculo entre directivos, cuerpo técnico y jugadores y armar un gran equipo para pelear.

Mancuello aspira a salir campeón con Independiente. (Foto: Prensa Independiente)

-¿En el plano personal te costó la readaptación al fútbol argentino tras haber estado un tiempo afuera?

-Sí, cuesta porque si bien el fútbol es fútbol en todas partes, en la liga mexicana, donde estaba jugando, no hay tanta fricción, la pelota no va tanto por el aire. Lo que me ha costado en este semestre que jugué fue eso, el tema de la ubicación en el campo para poder sacar ventajas y desenvolverme de la mejor manera. Yo creo que esa etapa pasó, se viene una pretemporada muy linda por delante. La voy a disfrutar muchísimo y me voy a preparar para tener un gran año y una gran temporada. Ese es mi gran objetivo.

-En Vélez te pasó lo mismo y después de un semestre terminaste explotando…

-Sí, es normal. Es un deporte en conjunto y las piezas se tienen que acomodar. Recuerdo que en el primer semestre en Vélez tuve actuaciones normales y después, en el segundo, el rendimiento fue creciendo. Espero que en Independiente pase lo mismo. Mi corazón, mis ganas y mi pensamiento están en hacer una gran pretemporada, cuidarme al máximo, entranar cada vez mejor y poder tener un gran año.

-¿Qué es lo que hace tan difícil al fútbol argentino?

-Cada liga tiene su dificultad. En la liga argentina, la paridad de la que hablábamos se da por el orden defensivo. Se piensa mucho en cómo destruir al equipo rival para que no pueda generar situaciones. Lo más complicado es aprender a encontrar el lugar de la cancha para poder desenvolverte de la mejor manera. Espero que en este campeonato lo podamos hacer bien.

-¿Qué mensaje le querés dejar al hincha de cara a este 2024 que está por empezar?

-A los hinchas les quiero decir que los quiero mucho. El último semestre fue muy lindo para mí, fue muy gratificante sentir el cariño de todos. Les quiero agradecer de parte mía y de todo el plantel. A pesar de que fue un año muy duro para todos los hinchas de Independiente por todas las cosas que pasaron, con cambios de directivos y problemas que fueron pasando a diario, tuvieron un comportamiento a la altura de la institución. Los hinchas pusieron la cara en el momento más difícil y ahora nos toca a nosotros, a los jugadores, a los dirigentes y al cuerpo técnico hacer nuestra parte para poder regalarles un 2024 de la mejor manera. Nuestro corazón va a estar puesto en eso.

 

Fuente: Olé . (Foto y videos: Valentín Mirarchi) – Por
Favio Verona

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