El escritor y profesor Aldo Sotelo recuerda a Horacio Paterno (recientemente fallecido en un accidente de tránsito), en un relato puntualmente sobre su actividad dentro del automovilismo deportivo.

Foto: Horacio Paterno en sus inicios con Gordini, junto al Gringo Sandrigo.

«Venía manejando hoy a la tardecita, cerca de las 20 hs y escuchaba que en un accidente perdió la vida Horacio Paterno, conocido piloto de automovilismo deportivo de nuestra ciudad.

En el tomo 2 del libro sobre la historia del automovilismo deportivo en Reconquista, publico una extensa nota sobre distintos aspectos de su vida y de su participación arriba de varios autos de carrera. A manera de síntesis voy a compartir una parte de la entrevista con Horacio Paterno.

-Nacido el 21 de noviembre de 1946, hijo de Nicolás Paterno, Jefe de policía del departamento, hermano de “Pacho”, conocido arquero también fallecido del club Adelante, tenía tres hermanas.

-“En mi casa nunca hubo auto y yo quería uno de carrera. Mi primer contacto con el automovilismo lo tengo cuando mi padre me lleva a ver una carrera en la pista del club Adelante”, ahí observó a Coco Zanet, Pablo De Mondesert, Luis y Francisco Acuña, entre otros. Corría la década del 50.

-“Cuando era chico fabricábamos autos de madera en la carpintería de Torossi y lo tirábamos con una piola”.

“Termino el secundario, luego ingreso en la universidad para estudiar contador, pero me toca el servicio militar y al regreso ya me costaba agarrar los libros nuevamente”.

“Me inicio a trabajar en el Estudio Correa junto a Ramón Fernández, Ernesto Peñaloza, José Farías, “Fito” Petroli y Wenceslao Correa que era el dueño, entre otros”.

“Al poco tiempo ya me encargaba de la administración de todo el estudio. Estando ahí se crean varias empresas, como Molino Imán, Norte Rectificaciones, Reconquista Automotores, entre otras”.

“Esta última nace por idea de “Rully” Mathieu, él era uno de los socios junto a Roberto Sinchi y Wenceslao Correa”.

“Cuando el negocio se hace grande nos trasladamos a Yrigoyen y Alvear y yo me convierto en gerente de la firma, eso fue en el año 1974, allí trabajé 24 años”.

“Luego se liquida la empresa y paso a trabajar en Dolbi SA donde estuve hasta que en el año 2012 me jubilé”.

En el fútbol era arquero como su hermano, jugó algún Comercial en cancha de Racing con el Estudio Correa, pero los fierros pudieron más.

“Mi primer auto fue un Renault Dauphine, la idea de correr estaba latente, hablo con Eduardo Prez para que me preparen el auto, me dice que no, que no tenía tiempo y lo hablo al “Gringo” Sandrigo”.

“Miguel Juan me presta de su Gordini la tapa de cilindros, carburador y múltiple, más la caja de cambios de cuatro velocidades, así que transformamos mi auto en un Gordini”.

“Así llegamos a la primera carrera en el año 1970, en Goya, cuando se inaugura el circuito y fuimos con miedo a pasar un papelón, pero con mucha alegría recuerdo el primer tiempo en las pruebas de clasificación. Fui primero toda la carrera, pero faltando dos vueltas tuvimos problemas con los cojinetes y no terminamos, igualmente para nosotros fue un triunfo”.

En el Zonal 7 corrió con un Gordini en la clase A, con un Renault 12 también y un 128 en la Clase B, en la clase C participó con un Peugeot 504 y en la D con Falcon, también corrió en Fórmula Renault Chaqueña donde fue campeón en una temporada y en dos competencias con el Datsun 280 ZX.

Decía que venía de una época “donde los mecánicos no nos cobraban, (trabajó como mecánico muchos años al lado de él “Quito” Martínez, también fallecido) todo se hacía por amor al deporte, he corrido en la tierra y en el asfalto, pude haber llegado a correr en el automovilismo nacional de la mano de Gabriel Raies, pero no se dio porque debía decidir entre mi trabajo y el automovilismo deportivo”.

También fue animador de la Limitada Reconquistense, “en mi trayectoria me subí a 18 autos de carrera distintos”, mientras que una vez retirado despuntaba el vicio paseando con su Gordini, el Fiat 1500 o el Falcon que había incorporado a su patrimonio en los últimos años, era un enamorado de los autos antiguos, de colección, también los armaba a escala comprando los fascículos de las revistas especializadas, corrió en la Vuelta de Santa Histórica y en algún rally últimamente.

Había perdido a su esposa, Rosa Sellarés, profesora de Lengua, Literatura y Francés, hace algunos años y eso lo afectó mucho anímicamente. Sus hijas Alina, Cecilia, Leticia, Cintia y Paula.
Ocupaba su trayectoria un lugar destacado en el tomo 3 del libro Historia del Automovilismo Deportivo de Reconquista, que dios mediante lo publicaremos el año próximo, no lo podrá leer, pero allí quedará grabado para siempre su historia y lo que él decía, “es un poco raro que un empleado administrativo, ex alumno de la Escuela Comercio, se haya convertido en corredor de autos de carrera, pero a mí me gustaba mucho”.

Q.E.P.D. Horacio Paterno….

Gentileza del Prof. Aldo Sotelo.