Fue duranta la misa en la Plaza de San Pedro, celebrada para abrir la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

El Papa Francisco presidió, este miércoles 4 de octubre, la misa de apertura de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema “ Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. La Eucaristía comenzó con una versión moderna del tradicional himno Laudes Regiae, invocando la protección y bendición de Dios sobre la Iglesia, sobre el Papa Francisco y los obispos, sobre el rebaño a él confiado, y sobre los líderes civiles y todas las mujeres y hombres de buena voluntad.

En su homilía, el Papa Francisco recordó un “momento difícil” en el ministerio terrenal de Jesús, relatado en el Evangelio del día. “En el momento de la desolación”, dijo el Papa, “Jesús tiene una mirada capaz de ver más allá: alaba la sabiduría del Padre y es capaz de discernir el bien que crece invisiblemente, la semilla de la Palabra acogida por los simples, la luz del Reino de Dios que muestra el camino incluso en la noche”.

Al inicio de la Asamblea General, el Papa dijo: “No necesitamos una visión puramente natural, hecha de estrategias humanas, de cálculos políticos o de batallas ideológicas”. En cambio, dijo: “Estamos aquí para caminar juntos con la mirada de Jesús, que bendice al Padre y acoge a los que están cansados y oprimidos”.

Una mirada que bendice
A pesar del rechazo, Jesús no se deja “aprisionar por la desilusión”, sino que mira al Padre, permaneciendo “sereno incluso en la tormenta”, dijo el Papa.

Explicó que Jesús nos invita a ser una Iglesia que contempla la acción de Dios y discierne el presente, “una Iglesia que no afronte los desafíos y problemas de hoy con espíritu divisorio y conflictivo, sino que, al contrario, vuelva los ojos a Dios, que es comunión y, con asombro y humildad, lo bendiga y adore, reconociéndolo como su único Señor. »

Citando a Benedicto XVI, el Papa Francisco dijo que la “cuestión fundamental” que enfrenta el Sínodo es :“¿Cómo podemos comunicar la realidad de que Dios ha hablado al pueblo de hoy, para que se convierta en salvación?”

La mirada acogedora de Cristo
Jesús, continuó el Papa, “a lo largo de su vida asume la mirada acogedora de Dios Padre hacia los más débiles, los que sufren y los descartados”.

«Esta mirada acogedora de Jesús nos invita también a ser una Iglesia acogedora, llamándonos a una actitud interior que nos permita encontrarnos sin miedo», dijo el Papa.

“En el diálogo sinodal, en este hermoso ‘camino en el Espíritu Santo’ que estamos haciendo juntos como Pueblo de Dios», continuó, «podemos crecer en la unidad y la amistad con el Señor para mirar los desafíos de hoy con su mirada»

En este miercoles 4 de octubre, festividad de San Francisco, se celebró la Misa de apertura en la plaza de San Pedro coincidiendo con la publicación de la Laudate Deum. Luego, por la tarde de Rom, tuvo lugar  primera congregación general con el saludo del Papa y los informes del Secretario general y del Relator general.

El Papa Francisco resume el objetivo de este Sínodo, el quinto de su pontificado, en que “la esencia del camino sinodal reside en una verdad de fondo que no debemos perder de vista nunca: su finalidad es escuchar, comprender y poner en práctica la voluntad de Dios”, se lee en un post publicado por la cuenta @Pontifex hoy, en vísperas de la apertura del Sínodo.

Escuchar, comprender y, por tanto, también dialogar como directrices de esta gran asamblea que comenzó de forma inédita «desde abajo» en 2021 con una consulta a las diócesis y parroquias de todos los países del mundo y luego continuó con la fase continental en Asia, África, América, Medio Oriente, Oceanía.

Al concluir su homilía, el Papa Francisco insistió una vez más en que el Sínodo “no es una reunión política, sino una convocatoria en el Espíritu; no un parlamento polarizado, sino un lugar de gracia y comunión”.

“El Espíritu Santo”, dijo, “a menudo destruye nuestras expectativas para crear algo nuevo que supere nuestras predicciones y negatividad”. Por eso, dijo el Papa: “Abrámonos a Él, el protagonista, el Espíritu Santo. Y caminemos con Él, en confianza y con alegría”.

 

La nueva configuración

Los trabajos comenzaron  en el Aula Pablo VI (y no en el Aula Nueva del Sínodo), y por la mañana se introducirá a los participantes en el uso del nuevo entorno, es decir, la serie de cámaras y tabletas ya instaladas en las distintas mesas para cada uno de los presentes con un software de traducción instalado en su interior para leer y descargar documentos, pedir la palabra y votar.

También una forma de «evitar el desperdicio de papel». El Sínodo se presenta así con cara verde, también debido a la elección de la Secretaría General de compensar parte de las emisiones residuales de CO2 gracias a proyectos capaces de generar un «crédito» de carbono capaz de equilibrar la «deuda» acumulada. Un paso casi «debido» en vista de la publicación de la Laudate Deum, la exhortación apostólica que sigue a la encíclica Laudato si’, el mismo día de la apertura del Sínodo.

La primera Congregación General con el saludo del Papa

A las 16.15 horas se celebrará la primera congregación general en presencia del Papa, que pronunciará un saludo seguido del informe del Secretario general, el cardenal Mario Grech, y del Relator general, el cardenal Jean Claude Hollerich. También el cardenal Hollerich ilustrará a todos los participantes el Instrumentum laboris, documento básico del trabajo de los padres y madres sinodales y que es fruto de las aportaciones de las mencionadas etapas diocesana y continental y que recoge la experiencia de las Iglesias en el mundo que sufren por las guerras, las desigualdades, la pobreza, por las heridas de los abusos, o que piden reconocer el papel de las mujeres y de los laicos y renovar el lenguaje de la Iglesia en diversos campos.

Reflexiones y actividades

Estos son los temas principales en el centro de las 21 congregaciones generales y 35 grupos de círculos más pequeños, divididos en cinco idiomas (inglés, italiano, español, portugués, francés) que tendrán lugar a partir del 5 de octubre. Cuatro semanas marcadas también por intervenciones en las aulas o en los distintos círculos, para reflexiones sobre la unidad, el espíritu misionero, la autoridad en la Iglesia, para la elaboración de métodos y de informes resumidos que desembocarán en el documento final, para las Misas diarias celebradas en el Altar de la Cátedra. El Sínodo sobre la sinodalidad se caracterizará luego por momentos peculiares como la oración por los inmigrantes en la Plaza de San Pedro el 19 de octubre, en la que también deberá participar el Papa, y el rezo del Rosario en los Jardines Vaticanos el día 25. Finalmente, el 29 de octubre, la clausura solemne con la celebración Eucarística del Pontífice nuevamente en la Plaza de San Pedro.

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