Paritarias que comienzan tarde, acuerdos que no llegan y conflictos nacionales, entre los motivos.
En la última década, las clases iniciaron sin conflicto en tan solo una ocasión. Eso sucedió en 2011, cuando no hubo paros y el ciclo lectivo comenzó en tiempo y forma, como estaba previsto y estipulado.
Si se amplía un poco más la línea de tiempo y se toman como referencia los 12 años de gobierno socialista (Binner – Bonfatti – Lifschitz) se desprende que en apenas tres de ellos hubo una oferta que dejó satisfechos a los gremios docentes y no hubo conflicto. Eso sucedió en 2009, 2011 y durante el primer año de gestión de Hermes Binner, en 2008 (asumió en diciembre de 2007).
Este 2019, no fue la excepción y las clases, como en los últimos ocho años (desde el 2012) no arrancaron en la fecha indicada debido al conflicto nacional y a la falta de acuerdo en la paritaria provincial. Las medidas de fuerza en los últimos 10 años siempre estuvieron relacionadas a la falta de acuerdo en las negociaciones paritarias provinciales, a excepción de un año.
Fue en 2014. Los gremios docentes decretaron ese año un paro por 72 horas debido a una falta de acuerdo a nivel nacional, a pesar de que la oferta provincial había dejado satisfechos a los sindicatos del sector.
Los conflictos, discusiones y cruces de opiniones entre gobierno y sindicatos se repiten año tras año. El escenario es trillado: convocatoria a paritarias que se demoran y que se acercan al inicio de ciclo lectivo, dejando poco margen de negociación. Paros, nuevas convocatorias a paritarias, más paros; el gobierno que amenaza con descontar los días no trabajados, otra convocatoria al diálogo y finalmente el arribo a un acuerdo.
La lucha docente, aquella que brega en defensa de los derechos de los trabajadores de la educación, supo conseguir muchos logros a lo largo de todos esos años y no está dispuesto a retroceder en las negociaciones.
Aquellos años de acuerdo
En 2009 hubo acuerdo entre el gobierno y Amsafé y las clases tuvieron un inicio sin conflicto. Los docentes aceptaron en ese momento un 15% de aumento.
Los incrementos salariales obtenidos por los docentes en ese momento reflejan quizás uno de los problemas más serios del país, como es el de la inflación. El salario de un maestro pasó ese año de 1.630 a 1.850 pesos. En tanto que un docente con 25 años de labor trepó de 2.258 a 2.638 pesos
El escenario fue completamente diferente al año siguiente. “No hay fondos para dar respuesta a los reclamos docentes”, dijo en 2010 quien entonces era ministra de Educación, Élida Rasino.
La docencia respondió a la oferta salarial del 7 por ciento con un plan de lucha de nueve días. La modalidad: paros de 72 horas por tres semana. La asamblea provincial de Amsafé determinó el fin del conflicto a fines de marzo, a pesar de que en Rosario (el ala más dura del gremio) el 70 por ciento se inclinara por rechazar la oferta salarial.
El 2011 estuvo libre de conflicto y el ciclo lectivo inicio con normalidad. El gremio de los docentes aceptó la propuesta salarial y las clases empezaron a tiempo.
“Trabajan 4 horas y tienen 3 meses de vacaciones”
Esa fue la frase desafortunada, en 2012, de la entonces presidenta Cristina Fernández. “Los maestros han quedado atrapados en la lógica de otro país”, había dicho en la apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso. Agregó que Bonfatti (gobernador en ese momento) les ofreció un salario básico de 4.025 pesos y no aceptaron, cuando en otras provincias se acordó por cifras muy inferiores.
Amsafé recogió el guante. “La presidenta debe estar muy mal informada”, respondió la titular de Amsafé, Sonia Alesso. El gremio rechazó el 21% de aumento y definió paros de 48 y 72 horas. Finalmente, el 23 de marzo la asamblea provincial del sindicato aceptó la propuesta. Así, el cargo testigo llegó en ese año a 4.000 pesos (con Fonid) más 600 pesos por cargo.
Acostumbrados al conflicto
El año 2012 abrió una etapa de años conflictivos. En 2013 hubo paros de 48 horas, luego de que el 96% de los maestros rechazaran la suba salarial de un 24%. Finalmente, el acuerdo llegó a medidos de marzo. La suba otorgada fue finalmente de entre un 25 y un 26,7 por ciento, según el cargo.
El 2014 fue un año particular. Hubo paros por 24, 48 y 72 horas y fue por la falta de acuerdo a nivel nacional. Alesso fue clara en resaltar que los docentes santafesinos no paran en solidaridad sino que la paritaria nacional los afecta directamente. “Nosotros estamos peleando por la dignidad del salario, por la mejora de las condiciones de trabajo, por el aumento del incentivo docente y por la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. Por todas esas razones ratificamos el paro de 48 horas”, dijo en ese momento.
En 2015, las asambleas de Amsafé y Sadop le bajaron el pulgar a la oferta de entre un 31 y 35 por ciento de incremento. Claudia Balagué, que ya se encontraba al frente de la cartera educativa, avisaba con una frase conocida: “Es la mejor oferta del país”. Después de dos meses de negociaciones y dos semanas con medidas de fuerza, Amsafé definió la aceptación y el conflicto se solucionó.
En 2016, primer año de la gestión Macri, se volvieron a mezclar cuestiones provinciales con nacionales. “Hubo un intento del gobierno nacional de poner techo a la negociación”, decía José Testoni, referente de Amsafé. Los gremios rechazaron la oferta salarial del 30,5 por ciento en dos etapas y las clases no empezaron. Fue contundente el no y definieron dos paros de 48 horas. Amsafé y Sadop terminaron aceptando una oferta del gobierno provincial de entre el 32 y el 35 por ciento.
El conflicto en 2017 recién llegó a su fin el 20 de abril. Luego de semanas de negociaciones, el gobierno anunciaba que un 60% de los maestros de la provincia, que poseen una antigüedad de entre 80 y 120%, pasarán a percibir en julio entre 18.000 y 21.250 pesos.
El año pasado el acuerdo llegó también a mediados del cuarto mes del año. Luego de paros decretados por 48 horas, el gremio docente decidió aceptar la propuesta del gobierno provincial de un 18 por ciento de aumento en dos tramos manteniendo la cláusula gatillo y una suma no remunerativa de 300 pesos.
Actualmente, el conflicto docente persiste. El gobierno espera que finalicen los paros para convocar nuevamente al diálogo y ofrecer una propuesta que supere a la anterior que consiste en un aumento de bolsillo del 10% para los maestros y que absorbe la cláusula de actualización de diciembre de 2018 que debía pagarse en este mes de marzo.
Fuente – Diario UNO Santa Fe