Walter Aguirre, padre de Wilson, un joven que falleció tras complicaciones de salud, denunció públicamente al Hospital por presunta mala praxis en la atención médica recibida.

Aguirre exige justicia y señala que la falta de estudios a tiempo podría haber salvado la vida de su hijo.

Según relató, Wilson comenzó con un fuerte dolor abdominal y fue llevado en dos ocasiones al hospital. El día 10, el día 12 y el día 13. En todas las oportunidades, los médicos solo tomaron sus signos vitales y, pese a los insistentes pedidos de su madre para que se realizara una ecografía, el estudio fue negado. «Nos decían que sacáramos turno, pero mi hijo estaba cada vez peor», afirmó Aguirre.

Tras la negativa del hospital, la familia decidió acudir al sanatorio Padre Pío, donde una ecografía realizada por el Dr. Nardelli reveló la gravedad de la situación: Wilson debía ser internado y operado de urgencia. El joven fue trasladado al hospital, donde ingresó directamente a terapia intensiva. «Nos dijeron que tenía todo el cuerpo lleno de líquido, que se le había reventado la vesícula y estaba infectado», explicó Aguirre.

Pese a los esfuerzos médicos en terapia intensiva, las complicaciones derivadas de la tardanza en el diagnóstico provocaron fallas en varios órganos, lo que finalmente resultó en el fallecimiento de Wilson.

«Si le hubieran hecho una ecografía a tiempo, mi hijo estaría vivo. No les cuesta nada hacer un estudio que podría haberlo salvado», lamentó el padre, quien exige explicaciones al hospital y que se asuman las responsabilidades correspondientes por lo sucedido.

La familia Aguirre busca justicia para Wilson y apunta a que se investigue el caso para evitar que situaciones similares se repitan con otros pacientes.