En un hecho que marca un antes y un después para la actividad naval de la región, esta primera semana de septiembre se concretó la botadura de una barcaza en el Puerto Reconquista, fruto del trabajo del astillero Río Arriba.
El empresario Guillermo Yapur destacó la relevancia del acontecimiento y subrayó que la concreción del proyecto fue posible gracias al impulso de la Dra. Valentina Esper Tóffolo, abogada oriunda de Vera y vecina de Reconquista, actual titular del astillero.
“Yo lo daba por perdido porque era muy difícil, había un conflicto enorme, pero más enorme fue la fuerza y la capacidad de Valentina para ir a Rosario, negociar, sacar adelante ese proyecto y lograr que nuestro taller naval tenga trabajo. Entre todos le pusimos mucha onda, mucho laburo, mucha cabeza”, expresó Yapur.
Si bien la concesión del puerto y la firma Elías Yapur S.A. son las propietarias del astillero, el empresario reconoció que fue Tóffolo quien “se encargó de reflotar” la iniciativa y hacer posible la botadura de la barcaza, que ya fue trasladada a Rosario por sus dueños.
Actualmente, el taller cuenta con entre cinco y siete empleados permanentes, aunque en el último año participaron más de 25 personas en distintas etapas del proyecto. La meta a futuro es ambiciosa: construir nuevas barcazas y barcos, realizar reparaciones y brindar servicios a los armadores que transitan el río Paraná.
“Queremos darle impulso al taller, que esté en producción continua. El desafío es conseguir más trabajo y competir con los costos de otros países, desarrollando eficiencia, creatividad e innovación para generar empleo en Reconquista”, remarcó Yapur.
En la concreción del proyecto también fueron claves el ingeniero Claudio Orzán, el jefe de taller Víctor Pascua, el ingeniero Roberto Alonso, y el aporte logístico de la Arenera Sampayo, que colaboró con maquinaria.
El acto de botadura contó con la presencia del intendente Amadeo Enrique Vallejos, el administrador del Ente Puerto Reconquista, Juan Carlos López Candioti, y representantes de la arenera.
Con este logro, el astillero Río Arriba inicia una nueva etapa que busca consolidar a Reconquista como polo de producción naval en el litoral argentino.
