Cientos de jóvenes, adultos, familias, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas de Argentina se reunieron en la provincia de San Luis en el VI Congreso Misionero Nacional, y que es la antesala al VI Congreso Americano Misionero (CAM6) programado para 2024 en Puerto Rico.

Con el lema «Argentina, con la fuerza del Espíritu, testigos de Cristo» se ha querido revitalizar la Iglesia Misionera en Argentina y hacer un llamado a la acción para todos los fieles, como lo explica una nota de la Comisión episcopal de la Pastoral Misionera.

En los tres días del congreso, con más de 800 participantes de 62 diócesis de todo el país, entre los cuáles se encontraban sacerdotes de la diócesis de Reconquista, quienes efectuaron una serie de actividades, ponencias, talleres y trabajos grupales donde se abordaron temáticas relacionadas con la misión de la Iglesia en el mundo actual, pero también participaron en momentos de e intercambio, enriquecimiento espiritual y celebraciones eucarísticas presididas por varios obispos y sacerdotes presentes.

El Papa envió un mensaje a los participantes en el VI Congreso Misionero Nacional de Argentina

En un breve videomensaje a los participantes en el Congreso Misionero Nacional de Argentina, el Papa recuerda que la misión es movimiento y, por lo tanto, una Iglesia que no es misionera es una Iglesia estancada, sin el oxígeno espiritual que da la misión.

“La misionariedad es una dimensión del corazón cristiano”. Desde esta frase parte la breve reflexión que el Papa Francisco dirigió a los participantes en el VI Congreso Misionero Nacional de Argentina, que tuvo lugar en la ciudad de San Luis, del 13 al 15 de octubre, bajo el lema «Argentina, con la fuerza del Espíritu, testigos de Cristo». El Santo Padre recordó que desde el bautizó nos incorporan a la Iglesia que es misionera, que recibió el mandato de Jesús: Vayan y evangelicen, prediquen, hagan conocer, bauticen. Es decir, una Iglesia en movimiento, subrayó el Papa:

“Cuando la Iglesia no está en movimiento se estanca. Y lo saben, le va a pasar como el agua. El agua estancada se corrompe. O sea, que una Iglesia que no es misionera es una Iglesia corrompida”

La misión no es la guinda de la torta

Se corrompe, explicó Francisco, porque “le falta esa dimensión que da la misión y que le da ese oxígeno espiritual”. Por ello, para el Pontífice, “o somos cristianos, católicos, misioneros o somos enfermos”

Que la misionariedad no sea la frutilla (guinda) de la torta. No. Es la torta. La misionariedad es la dimensión que ustedes tienen que llevar adelante. No tengan miedo. Juéguensela. Dejen misionar también al propio corazón, que Jesús lo misiona desde adentro.

Con estas palabras el Papa les impartió su bendición apostólica, no sin antes encomendar a los jóvenes argentinos a la Virgen María – «Aquella que es Madre de los Apóstoles, que estaba ahí con ellos y salieron a misionar»- para que los cuide, les enseñe y les acompañe en el camino de la misionariedad.

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