Pablo y Gonzalo, integrantes de la comunidad El Buen Samaritano, anunciaron que la panadería del grupo se trasladó al barrio Vicentina, con el objetivo de reducir costos y contar con un espacio más cómodo y adecuado para trabajar. La nueva dirección es calle 51 al 2163.
Desde allí, cada día elaboran panificados entre las 4 de la mañana y las 8:15, hora en que parten hacia el centro de Reconquista para su distribución. La venta comienza en la Plaza San Martín, punto de partida desde donde recorren distintos sectores de la ciudad.
Para mayor confianza de los vecinos, los vendedores cuentan con una credencial identificatoria y transportan los productos en un cajón con el logo de El Buen Samaritano.
El emprendimiento no es solo una fuente de sustento, sino también un camino de reinserción social para personas que transitan la problemática de las adicciones. “Este trabajo significa mucho para nosotros: vivir una vida casi normal, con responsabilidades, estructura, dignidad. La experiencia hace bien a quienes estamos en proceso de salir adelante”, expresaron Pablo y Gonzalo.
Asimismo, agradecieron a la comunidad por el apoyo recibido: “Muchas personas nos ayudan y todos son respetuosos porque nosotros también lo somos con ellos”.
El pan que producen, aseguraron, tiene un valor especial, ya que está elaborado “con cariño, con oración, encaminados a Dios”. Además, resaltaron que su sabor particular se debe a un ingrediente distintivo: la grasa, que lo diferencia de otros panificados.
Con este traslado, la panadería de El Buen Samaritano busca seguir creciendo y ofreciendo a Reconquista un producto hecho con manos que trabajan por la esperanza y la dignidad.