El ex campeón mundial wélter y superwélter oriundo de la localidad norteña de Margarita, mostró el lado más íntimo en una linda historia que bien vale la pena contar y compartir, donde está involucrado su hijo mayor, Marcos Maidana Junior, de 16 años.

 

Días atrás, Infobae publicó una entrevista con Marcos «el Chino» Maidana, donde se mostró el lado más íntimo del ex campeón mundial de boxeo. A partir de entonces, una historia que bien vale la pena contar: la de su hijo mayor.

Marcos «Yoyo» Maidana, de 16 años, vive en Santa Fe capital con su madre Nadia Lucero (35), la primera esposa del Chino.

En diálogo con este medio, «Yoyo» reveló su sueño de triunfar como streamer. Habló de la pasión que les despiertan las transmisiones en vivo y de los objetivos en torno a este boom que capta la atención de los más jóvenes.

Por supuesto, también profundizó en su viejo anhelo de ser boxeador y que para el Chino Maidana era palabra prohibida.

Las eternas discusiones con su papá, por su negativa en un comienzo, y la sorprendente forma en que lo terminó convenciendo para que lo dejara practicar el deporte de los puños.

Maidana Jr. confesó además lo complicado que fue vivir bajo el mote “ser el hijo de …” y las presiones que eso conlleva.

En este sentido, recordó su niñez y lo difícil que fue asimilar la falta de su papá, que se ausentaba largos meses por los viajes que hacía para entrenarse y llevar a cabo sus peleas de boxeo. Recién de grande pudo comprenderlo y esto le permite disfrutar de cada instante que pasa con él.

“Tenés un hijo adolescente que quiere ser boxeador…”. ¡No! -interrumpe el Chino Maidana-, él practica nomás. Quiere pero no, no está permitido”.

En una entrevista realizada por Infobae en enero de este año, en el marco del evento presentación de su pelea ante Jorge Acero Cali, aún postergada por la pandemia de coronavirus, Marcos René Maidana respondió por primera vez, de manera tajante, acerca de las intenciones de su hijo mayor por ser boxeador.

“Hizo una exhibición, como para sacarse las ganas, pero no va a pelear. No me gusta”, afirmó, sin rodeos el Chino. “Para mí no necesita pelear, no necesita andar a los golpes. Nació, se crió bien y económicamente está bien. Yo lo hice porque me gustaba y aparte por necesidad, porque era la única salida que tenía, pero él no”, cerró el oriundo de Margarita.

Pero detrás de este evento exhibición que el Chino mencionó, que se desarrolló en el barrio de Villa Hidalgo, en José León Suárez, hubo una estrategia del joven de 16 años para que su padre terminara aceptando. La misma no se dio de la manera que ambos hubieran soñado, sino que ocurrió intempestivamente. Así lo reveló Yoyo.

-¿En qué quedaron tus ganas de ser boxeador? ¿Cómo te las ingeniaste para hacer una exhibición pese a la negativa de tu papá?

-Desde el año pasado tengo pensado entrar y quiero ver si puedo llegar a ser profesional. Me entreno mucho y mi idea es hacer algunas peleas amateurs. Dependo de eso para dedicarme o no.

Fue increíble cómo lo terminé convenciendo a mi papá. Discutimos bastante el tema porque yo le insistía y él no quería, me decía que no, que nunca me había visto pelear. Yo le decía lo mismo, que no me vio pelear. Hasta que un día de tanto que lo jodí me dijo: ‘bueno a ver, ahora te busco a uno y peleá‘.

Esto fue durante un evento de boxeo que organizó Pileta (NDR: primo del Chino Maidana y una de las personas de mayor confianza). Llamó a alguien que estaba ahí y que me llevaba como tres años. Y lo hice. No me quedó otra que calzarme los guantes, no tuve opción je.

El día que Marcos Maidana Jr. tuvo su primera pelea exhibición de boxeo, en el evento de su tío Pileta en Villa Hidalgo, José León Suárez
-¿Sentís que pudiste convencerlo?

-Yo me entreno en un gimnasio y desde chiquito lo hice. También me metí en el fútbol, pero a los 15 le agarré el gustito al boxeo. A mi viejo no le quedó otra que aceptarlo. Sé que él no quiere, pero yo sí y vamos a ver qué onda, si me va bien o no. Si no veo potencial diré ‘ya está no es para mí’, no pasa nada. Sé que mucha gente piensa que yo siento la presión de ser hijo de… y que lo tengo que hacer.

Eso me lo tomo tranqui porque no es así, es algo por mi cuenta que quiero hacer, que me gusta y punto. Vi muchos boxeadores, me gusta mucho Canelo, me atrapó desde siempre. Ahora miro todas las peleas de noche.

Aunque parece ya no molestarle tanto, Chino Maidana volvió a aclarar esta semana que “no lo necesita” y reveló el rol que sí lo atrapa a su hijo: “Sé que es un streamer (NDR: son las personas que realizan “streaming” o una transmisión de contenido en vivo) y está a full con las redes sociales.

Siempre le gustaron los juegos, las computadoras, la tablet o la play portatil. Está bien así, no sé si le veo futuro con eso, pero se entretiene y lo prefiero antes que esté en la calle. Él sabe que el estudio es necesario para muchas cosas y sobre todo para uno saber qué va a hacer. Tiene que continuar así y comenzar una carrera. Si lo puedo salvar yo, lo hago, pero tiene que estudiar, que sepa que eso es lo bueno”.

¿Qué es ser un streamer? Es una persona que mientras juega un videojuego o realiza una determinada actividad frente a su PC lo difunde en tiempo real. Las plataformas más utilizadas, por lo general, son Youtube o Twitch, este último el más popular por su facilidad de uso.

Por lo general, los usuarios profesionales o semiprofesionales cuentan con la posibilidad de ganar dinero: esto puede ser mediante publicidad, tener patrocinadores o que las empresas inviertan determinado monto para una causa, o recibir donaciones de los propios suscriptores.

Actualmente, Marcos Maidana Jr. cuenta con 240 mil seguidores en Instagram (@marcos.maidana1), 207 mil en Twitch (Rufusmda), 30 mil followers en Twitter (@marcosmaida1) y más de 200 mil suscriptores en su canal de Youtube.

-¿Cómo fue que comenzaste a ser streamer? Contame un poco cuál tu temática en las transmisiones en vivo

-Lo tomo como hobby para interactuar con la gente. Comencé con esto hace dos años gracias a Coscu (Martín Pérez Disalvo), un streamer de Argentina a quien tomo como ejemplo. Fue uno de los primeros y es mi referente. Me gusta su humildad y a pesar de los números que tiene sigue siendo el mismo.

Aspiro a un día poder tener un stream con él. Ojalá eso pase, aunque ya he tenido un par de charlas. Las opiniones son variadas, como anécdotas o cosas que me van preguntando y van saliendo. En un principio me preguntaban mucho por mi viejo, ahora es más general todo.

-¿Cómo te manejaste con la exposición de tu papá, sobre todo cuando alcanzó la fama mundial por las peleas con Floyd Mayweather?

-Bien, tuve la suerte de que la primera vez que salí del país fue en 2014, para la primera pelea Estados Unidos contra Mayweather. Vi las dos. Ahí lo conocí a Floyd, al cantante Justin Bieber, al rapero Lil Wayne y a muchos famosos. Tenía 11 años y sentía que estaba viviendo el sueño del pibe.

Recuerdo todo, las conferencias de prensa, la pelea donde me largué a llorar. Estaba muy nervioso porque peleaba contra el mejor del mundo. Mucha gente me recalca que él ganó esa pelea, que fue un robo, digamos. Ahora que estoy más grande me pareció que le ganó mi papá.

En la segunda, ya tenía la experiencia de la primera y me lo tomé más tranquilo. Mi papá no peleó como en la primera porque Floyd lo tenía estudiado y sabía que mi papá iba a ir para adelante. Y empezó a esquivarlo, son dos estilos totalmente distintos.

-Imagino que no fue fácil tu época de más chico

-Desde que se retiró pasamos más tiempo juntos. Antes venía tres meses y se tenía que ir seis, fue difícil. Recuerdo que de chiquito cuando me llamaba me largaba a llorar porque no lo veía mucho. De grande fui entendiendo todo. Ahora siempre me busca y pasamos mucho tiempo juntos. A todos los viajes siempre me lleva y yo por supuesto lo quiero acompañar.

-Actualmente, ¿cómo lo notas? Sobre todo por la posibilidad de que vuelva a subirse a un ring

-Se percibe su gran cambio físico y lo veo muy bien, lo noto con muchas ganas. Hay que ver cómo se siente arriba del ring.

-¿Qué expectativas tenés a futuro?

-Actualmente estudio y estoy en el cuarto año. Mi idea es terminar y estudiar una carrera que me guste, tener un título. Siempre mi viejos me dijeron que tenga una carrera por si pasa algo. Mi viejo me recalca que el boxeo lo practicó por necesidad y sé que cuando yo nací se lo tomó más como un trabajo y se enfocó más en la carrera para tener algo. Me dice que él ya lo hizo, ya sufrió los golpes para que a mí no me faltara nada. Siempre me lo dice y se lo agradezco.

 

Por Daniel Veuthey. Fuente: Infobae.

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