El domingo 4 de febrero de 2024, personal policial alertados por posibles disparos de arma de fuego, se hizo presente en calle 119 y 11, donde entrevistaron a un vecino, Luciano Andrés Jaime de 26 años quien manifestó que se encontraba en su vivienda con sus hermanos, cuando escucharon un piedrazo que impactó en la misma.
Al salir, se encontró con menores que estaban disparando con tumberas. Motivo por el cuál solicitó la presencia policial y les informó donde se ubicaba el domicilio de los adolescentes.
La policía se presentó ante la madre de uno de los menores, quien manifestó que su hijo estaba con amigos y que al ver el móvil policial, descartaron algo en su domicilio. En ese momento, entregó dos caños de tumbera. Y luego, volvió a llamar a la policía informándoles que los menores continuaban generando disturbios por lo que los agentes procedieron a la demora de uno de ellos y al secuestro preventivo de una remera mangas cortas, la que envolvía dos caños de tumbera y un pomo de pegamento.
Continuando con la investigación, los agentes llegaron a la vivienda de José Hernán Chávez, quien sería el fabricante de las armas de fuego, las que les proporcionaría a los menores involucrados, por lo que lo detuvieron.
Finalmente, se llevó a cabo un allanamiento en el domicilio de Chávez, en el Pasaje los Robles del Barrio Belgrano de Avellaneda, desde donde se secuestró un tubo galvanizado que poseía un cartucho de escopeta calibre 24 sin percutar, 4 caños más galvanizados, una gomera, una llave de tubo, un caño de 1.20 cm aprox. y una bujía.
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