Las perspectivas no son para nada alentadoras en el norte profundo de la provincia de Santa Fe, sobre todo para la cuña, donde en los denominados Bajos Submeridionales, la sequía sigue haciendo estragos.
«Gracias a Dios estamos teniendo un invierno raro, porque si llegan a venir las heladas con lo que estamos pasando ahí sí que no sé que haríamos sin nada. Todavía quedan algunas hojas para que puedan comer que están los árboles, porque los animales comen los cardos, algunas hojas de árboles, y si llega a helar se va a complicar», dijo José Ramos, productor de la zona de Fortín Olmos.
El problema que tienen la mayoría de los productores es que «no hay para comer, y para conseguir agua buena tenemos que hacer muchas horas de cola en la bomba que está en Fortín Olmos, a veces tenemos que esperar muchas horas para poder cargar agua, y además tenemos que hacer, en mi caso, 18 kilómetros para llegar al campo».
Lo que urge es la necesidad de agua, «en cuanto a la distribución de agua, tenemos que ir y cargar, volver al campo con los caminos hecho un desastre, a veces tenemos que hacer hasa cuatro viajes por semana para poder llegar con el agua», dijo.
Esta situación viene desde hace muchos meses, «y tenemos que aguantar muchas veces mal vendiendo a los animales, el precio que nos pagan no nos sirve, y ahora los animales lo vemos muy débiles y ya hay mortandad de animales», dijo Ramos.