Se pedirá una «extensión de vencimientos de mediano y largo plazo». También se enviará al Congreso un proyecto de ley para que el Parlamento busque consensos para la cuestión de la deuda, tanto en el marco local como externo. Demorarán de 3 a 6 meses la devolución de vencimientos locales a «inversores institucionales», pero no habrá demoras para los ahorristas comunes.

 

Luego de otra jornada de extremo nerviosismo en los mercados, con el dólar por encima de los 60 pesos y el riesgo país también en ascenso, el ministro de Hacienda Hernán Lacunza ofreció una conferencia de prensa en la que anticipó que se pedirá al FMI el «reperfilamiento de los compromisos de deuda de mediano y largo plazo», al tiempo que se demorará de 3 a 6 meses la devolución de letras y acreencias a «inversores institucionales» locales, aunque no se alterarán las fechas de devolución de depósitos a las «personas humanas», es decir los ahorristas comunes.

En un comunicado difundido apenas terminó la conferencia de prensa se destacó que «dada la incertidumbre de los mercados financieros se procederá a distender el desafío financiero de corto plazo para disponer de reservas suficientes para garantizar la estabilidad cambiaria e inflacionaria durante todo el período electoral, objetivo de primer orden del Presidente y que descontamos comparten todos los candidatos presidenciales».

Y se explicó que «producto también de las bajas tasas de renovación de las letras de corto plazo, sumado a las pocas expectativas de renovación de vencimientos futuros, se han decidido implementar cuatro medidas:   Reperfilamiento de corto plazo: En cada vencimiento se pagará: el 15% a la fecha de vencimiento, un 25% a los tres meses y el 60% a 6 meses.  Cada título devengará su tasa correspondiente hasta la fecha de pago.

En el caso de las LECAP que venzan a partir de 2020, solo se extenderán 3 meses de plazo. Las personas humanas no se verán afectadas, toda vez que el monto que acrediten en la cuenta comitente a la fecha de vencimientos sea igual o menor al monto registrado en la misma cuenta el 31 de julio de 2019.

Asimismo, para despejar las exigencias financieras del período 2020-23, y que el mandatario que gane en las próximas elecciones pueda desplegar sus políticas económicas y sociales sin excesivos condicionantes financieros, se elevará a la consideración del Congreso un proyecto de ley que provea las herramientas necesarias para promover un reperfilamiento voluntario de vencimientos de capital bajo jurisdicción local, sin quita de capital ni intereses y con la sola extensión de plazos.

Se iniciará un proceso de reperfilamiento de los bonos bajo legislación extranjera, bajo las cláusulas de acción colectiva, con el mismo fin de extender los plazos de vencimiento, sin quitas de capital ni intereses, a fin de completar un perfil financiero menos exigente para el período 2020-23, que genere alivio financiero para la concreción de políticas económicas y sociales que inserten al país en un sendero de crecimiento sostenido.

A tal fin en el día de mañana invitaremos a bancos a acercar propuestas. Además de haber cumplido estrictamente con todas las metas fiscales y monetarias del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para dar continuidad al acuerdo vigente, hemos propuesto a ese organismo internacional iniciar el diálogo, que inexorablemente deberá concluir en el próximo mandato, para reperfilar los vencimientos de deuda con ese organismo internacional.

Es importante destacar que es una readecuación de plazo, pero no se realizarán ninguna quita de capital, ni modificación de los intereses. Las «personas humanas» (por los ahorristas comunes) tendrán un tratamiento especial en este reperfilamiento, dispondrán íntegramente de la totalidad de sus acreencias en la fecha de vencimiento prevista en el título correspondiente.

«Eso apunta a descomprimir la presión sobre los vencimientos en el próximo mandato, así quién sea el presidente podrá desplegar su programa con libertad, y además enviaremos al Congreso un proyecto de ley para que se trate el nuevo marco de la deuda financiera en el marco local en el corto y mediano plazo, con los funcionarios del Gobierno listo a colaborar con todo lo que dispongan las mayorías parlamentarias», dijo Lacunza.

«El presidente Mauricio Macri me pidió que proteja a todos los argentinos», comenzó diciendo el ministro Lacunza, que luego de una parte inicial de su presentación de claro contenido político saltó a los anuncios de peso, marcando blanco sobre negro lo que todos los agentes económicos estaban planteando: la necesidad de extender los vencimientos de deuda externa del año próximo.

Lacunza lo enfocó «en la necesidad de que el próximo presidente, sea de nuestro gobierno o de la oposición, tenga la libertad necesaria y la posibilidad de llevar adelante su programa económico sin las presiones como las actuales».

El titular de Hacienda insistió en remarcar que el «reperfilamiento» de deuda que se pedirá al FMI «no incluye quita de capital y respetará el pago de intereses», lo que apunta a conseguir del otro lado de la mesa financiera internacional un grado de «comprensión» y el crucial apoyo político para que esa negociación pueda avanzar.

Mientras tanto, se espera con ansiedad el comunicado del Fondo Monetario que servirá para medir el primer impacto de la nueva postura del Gobierno en el tema deuda, un texto cuyas palabras pueden ser la clave de lo que ocurra en la jornada de mañana en los mercados.

A la vista del lenguaje protocolar se espera que el FMI señale que su misión técnica viajará en los próximos días a Buenos Aires, pero también importan los «gestos y signos» que el pedido de extensión de plazos acaba de plantearse por primera vez con crudeza.

También habrá que esperar las reacciones desde el lado del equipo económico de Alberto Fernández y el Frente de Todos, aunque se espera que también reaccionen con prudencia teniendo en cuenta que, si esos compromisos 2020-2023 se aliviarán, eso será una mochila más liviana para una eventual gestión kirchnerista.

Una de las primeras repercusiones llegó desde el Banco Central: «las medidas anunciadas sobre la deuda priorizan el uso de las reservas internacionales para preservar la estabilidad monetaria y financiera», señaló Sandleris.

«Eso se logrará aún cuando ello implique postergar el pago a los grandes inversores de deuda pública», indicó el titular del Central, destacando que la entidad «continuará utilizando una política monetaria restrictiva y las intervenciones cambiarias como instrumentos centrales para moderar la volatilidad nominal».

«El compromiso del Banco Central es con los argentinos. Seguiremos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para contener la volatilidad nominal y garantizar en forma sostenible la estabilidad del sistema financiero», concluyó Sandleris.

 

Fuente www.perfil.com

Foto: Telam

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí