Como se sabe, el éxito del trabajo de los productores ganaderos y agropecuarios va de la mano del clima. Las lluvias, por ejemplo, en su justa medida son el factor determinante y decisivo para la producción, para la vida. Si abundan se convierten en un grave problema, pero si escasea la gravedad es mayor.

 

Desde la primera mitad del año, la situación climática es preocupante para quienes viven del campo. La sequía viene impactando, la falta de precipitaciones pega duro a los cultivos y a la hacienda, aunque se registren lluvias, estas no alcanzan y las pérdidas son irreparables.

 

En el norte santafesino, principalmente en los departamentos Vera, 9 de Julio y General Obligado, las postales son dramáticas. La falta de agua supera a la del 2020.

Darío Almirón colega de Fortín Olmos, en comunicación con Radio Amanecer, contó y describió la situación problemática que están viviendo por la sequía, los productores de la zona: “los animales están perdiendo peso y muriendo. Falta agua, no hay pastura y comprar insumos es muy dificultoso por los elevados costos que tienen, más para los pequeños productores, la situación es muy triste”.

 

Camioneros y productores de la zona de los Amores le han comentado a Almirón que el paisaje por allá también es aterrador, tienen que esquivar animales muertos para poder llegar con más alimentos para los que quedan en pie y algunas vacas están pariendo. La solución que encuentran es mover los animales a la calle, donde queda un mínimo de pastura.

Para finalizar, el colega afirma que todos están esperando la lluvia que es para ellos sinónimo de vida y esperanza y agrega que en las fotografías que ha enviado para poder ilustrar la nota, demuestran la magnitud del fenómeno. Animales que se mueren por deshidratación, falta de alimento y los arroyos están secos.

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