Adriana Cantero dijo que reducirá direcciones, denunció que «hay un festival de horas cátedra» y no garantizó que se aplique la cláusula gatillo.

La ministra de Educación provincial, Adriana Cantero, salió con las tapones de punta a criticar la gestión anterior. Sin medias tintas, dijo que la estructura de la cartera educativa «está sobredimensionada», con 32 direcciones provinciales, y remarcó que centrará la lupa en las horas cátedra de los docentes que, a su entender, son «un festival».

La funcionaria adelantó que su objetivo es «reducir significativamente el número de direcciones provinciales», una cifra que consideró excesiva.

Cantero aseguró que la gestión anterior dejó «un festival de horas cátedra. Son miles de horas cátedra que proyectadas en el año significan un dinero muy importante para un tiempo de restricción», aseguró.

No obstante, intentó poner paños fríos. «Vamos a mirar todo. Eso no quiere decir que vamos a eliminar todas las horas, ya que las que cumplan con todos los requisitos se respetarán».

La titular de la cartera educativa puso de relieve el término «austeridad» y dijo que bajo esa premisa «se va a reorganizar» el ministerio. «Le estamos pidiendo solidaridad a la comunidad, entonces desde el Estado tenemos que ser austeros. Sobre esta base vamos a reorganizar direcciones y funciones», aseguró en declaraciones al diario El Litoral.

Cantero destacó que llevar adelante esa reorganización será «un trabajo intenso, porque hay que volver a dimensionar áreas y fusionar otras», pero adelantó que ya se está trabajando para poder completar los equipos que realizarán esa transformación.

Con respecto a la negociación paritaria, la funcionaria celebró que el gobierno haya anunciado que volverá a hacer la convocatoria a nivel nacional. «Ese marco nacional nos va a dar contexto para la discusión jurisdiccional, el compromiso es poder ofrecer la mejor política salarial posible pensando que la educación es un eje prioritario», indicó.

Gatillo en duda

La ministra de Educación no tuvo reparos a la hora de poner en duda la aplicación de la cláusula gatillo que permite actualizar los salarios de los maestros de manera tal que no pierdan poder adquisitivo frente a la inflación. «No sé si es pertinente su continuidad. Tenemos que ver qué efectos produjo y cuáles son las alternativas, si las hubiera. Vamos a trabajar para que las políticas salariales de los docentes estén en consonancia con las políticas salariales de todos», adelantó.

«Estamos en una situación compleja, vamos a tener que ser solidarios y tener acuerdos en los que todos tengamos derechos y obligaciones. Nosotros queremos poder cumplir lo que prometemos, y tal vez si no es la cláusula gatillo, buscaremos formas para suplantarla sin que el docente pierda beneficios», aseguró.

 

Fuente – El Litoral.com

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