“En estos días que la gente está en casa, invitó a acercarse desde la oración y desde la comunión espiritual a la realidad indígena, a la que el Señor nos llama”, pidió el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen, monseñor Ángel José Macín, al referirse a la Semana de los Pueblos Indígenas que este año se celebra en el contexto del aislamiento por la pandemia del coronavirus.

El obispo de Reconquista y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen, Ángel José Macín, dijo que cuando participó del Sínodo de la Amazonía algunos prelados le preguntaban si había indígenas en la Argentina, al señalar que “hay como una idea de que en el país no existen estas comunidades”.

El prelado recordó que el país está poblado de comunidades indígenas, sobre todo en el Noroeste Argentino (NOA), donde hay collas, aymará y diaguitas, e indicó que también hay mapuches en el sur, huarpes en Mendoza, guaraníes en el Nordeste y otros grupos en el norte de Santa Fe.

“‘Querida Amazonía’ tiene una frase muy elocuente: los hermanos indígenas nos ayudan a ser austeramente felices”, recordó citando la exhortación postsinodal.

En declaraciones a Radio María, monseñor Macín habló de la Semana de los Pueblos Indígenas, que se celebra desde el domingo hasta el 25 de abril con el lema “Somos vida en el territorio”, en el contexto del aislamiento por la pandemia del coronavirus.

En este sentido, el obispo consideró que este tiempo de cuarentena a raíz de la pandemia del coronavirus es una oportunidad “de reencuentro con nuestro propio territorio”.

“Comenzando por nuestro propio cuerpo. El lugar pequeño o más grande en el que vivimos, dándonos cuenta de las cosas esenciales, y de otras cosas que sobran. Desde ese punto de vista, el mundo indígena nos enseña a revincularnos, reencontrarnos con el territorio que habitamos y vivir austeramente felices en el lugar en el mundo que Dios nos dio”, sostuvo.

El prelado aseguró que la Semana de los Pueblos Indígenas tiene también un objetivo hacia adentro de la Iglesia, que es “concientizar que nuestra misión es reconocer, respetar, trabajar por la dignidad de nuestros indígenas” y “descubrir la dimensión de espiritualidad que en ellos es muy fuerte”. “Aunque algunos de ellos profesen alguna otra confesión cristiana, o profesen sus religiones ancestrales, la dimensión espiritual del ser humano es muy fuerte”.

Monseñor Macín reivindicó la profundidad de la Pastoral Aborigen que fue creciendo gracias a “grandes figuras” como el fallecido obispo Jaime de Nevares u otros que todavía viven como Mabel Quinteros o Francisco Nazar. “Un camino profundamente eclesial, y animado por la fe pascual”, puntualizó.

“En estos días que la gente está en casa, invito a acercarse desde la oración y desde la comunión espiritual a la realidad indígena, a la que el Señor nos llama”, concluyó.+

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