Desde Resistencia, Tomás Franzoi, escultor de renombre, compartió con Radio Amanecer sus experiencias y reflexiones sobre su participación en la Bienal de Chaco, el festival de escultores más importante de Argentina.
Franzoi, invitado especial en esta edición de la bienal, presentó su última obra en proceso, una escultura de la Inmaculada, que está trasladando al obispado de Resistencia. «Me quedaré hasta mañana dando los toques finales a la obra», comentó este lunes 22 de julio de 2024.
Este evento, que se celebra en Chaco cada dos años desde hace 40, ha crecido exponencialmente desde sus humildes comienzos, convirtiéndose en un encuentro internacional que reúne a los mejores escultores del mundo.
Organizado por la Fundación Urunday, el festival se desarrolla en un predio amplio y pintoresco, lleno de árboles y lagunas, un entorno ideal para la inspiración y la creación artística. A lo largo de diez días, el evento no solo presenta esculturas, sino que también reúne todas las ramas del arte, ofreciendo un espectáculo cultural de primer nivel.
En ediciones anteriores, la bienal centró sus concursos en trabajos en madera, pero este año el material elegido fue el metal, lo que llevó a Franzoi a participar como expositor en lugar de concursante.
«El objetivo de mi participación tiene que ver con mostrar el proceso de creación de esta Inmaculada, que luego estará en la comunidad de Chaco, precisamente en la catedral», explicó Franzoi. Destacó la importancia de llevar el arte a las plazas y calles, mostrando a la comunidad cómo se realiza una escultura.
La imponente escultura de la Inmaculada, tallada en una sola pieza de timbó y inspirada en el estilo barroco del pintor Murillo, atrajo a numerosos visitantes durante la exposición. «Estudié sus imágenes para poder crear una interpretación mía, pero que sea reconocible la manera en que él pintaba sus obras», señaló Franzoi.
El evento también permitió a la comunidad interactuar directamente con la obra. «Pasaron los invitados, asistentes y la comunidad en general, y me ayudaron con un golpe de gubia en la obra que quedó plasmado», relató Franzoi. Niños de cuatro años hasta adultos de más de 80, e incluso personalidades como el famoso orfebre Pallarols y el gobernador, participaron en este proceso colaborativo.
La Bienal de Chaco 2024 no solo celebró el arte de la escultura, sino que también fomentó una conexión profunda entre los artistas y la comunidad, demostrando una vez más por qué es un evento cultural de referencia en Argentina.
La Bienal es un evento del que uno nunca se va decepcionado, es decir que cumple con las expectativas de cualquiera. «Es un lugar mágico», dijo Tomás.
«Con respecto a mi experiencia personal, es la tercera vez que vengo a la Bienal, participé en otras ediciones haciendo cosas diferentes y lo que noto es un crecimiento constante y sostenido».