Así se titula el duro documento que dio a conocer la Sociedad Rural de Santa Fe, en el cual la institución critica duramente el accionar de los diferentes gobiernos socialistas en la provincia santafesina. La entidad ruralista de Reconquista adhirió al mismo.
Sociedad Rural de Reconquista
“La Sociedad Rural de Reconquista comparte y hace suyas las palabras y el pensamiento que traduce el comunicado de la Sociedad Rural de Santa Fe con relación a la falta de obras públicas por parte del Gobierno Provincial desde su asunción hace más de 9 años, y que ante el primer fenómeno pluvial o hídrico se producen catástrofes productivas que terminan pagando los productores, ya que el sector público sobredimensionado continúa con sus políticas de expansión sin hacer caso de lo que está ocurriendo.
Es dable destacar que el ahora lanzado Plan del Norte suena como una excusa a los 9 años sin obras relevantes en los departamentos del Norte y un obstáculo para que sean incluidos por la Nación en el “Plan Belgrano”. Esto último genera que ahora no tengamos obras ni de la Provincia ni de la Nación.
Vemos que el gobierno se preocupa de otras cosas, menos de la producción: del “monocultivo”, de la “desertificación”, etc., que son hipótesis no sólo no comprobadas, sino que se han probado equivocadas.
Por ese motivo, hacemos nuestras las palabras de la Sociedad Rural de Santa Fe y apoyamos su reclamo.”
Comisión Directiva
Sociedad Rural de Reconquista
El comunicado de la Sociedad Rural de Santa Fe
“Ocúpense de la Infraestructura, que a la Producción nos dedicamos nosotros”
“La tragedia de las inundaciones, para vastos sectores del campo en la provincia, ha despertado, tardíamente una preocupación importante en el Gobierno Provincial, pero no por ello menos bienvenida, en cuanto se remita a realizaciones concretas para paliar la coyuntura.
La convocatoria a los sectores productivos, para que acompañen las iniciativas tienen un doble efecto: 1) Por un lado, neutralizar las críticas relacionadas con la morosidad provincial en las obras de saneamiento y sobre todo con la habilitación inconsulta por parte del Ministro de Infraestructura a las obras de canalización llevadas adelante por la Provincia de Córdoba que vuelcan sus aguas en Santa Fe, sin la correspondencia de nuestra provincia en obras de empalme, lo que sin duda agravó los excesos hídricos en nuestro territorio. 2) Por otro lado, la intención de brindar participación a los productores en la planificación y diseño de las futuras obras hidráulicas, en un marco institucional que no está definido, pero que condiciona esa futura participación.-
Aprovechando la coyuntura, el Ministro de la Producción de la Provincia ha planteado una serie de proyectos políticos orientados hacia una mayor intervención del estado en la economía agraria, utilizando como excusa la producción orientada hacia el monocultivo de soja que habría actuado negativamente en la permeabilidad de los suelos.
El crecimiento de cultivo de soja, impropiamente denominado monocultivo, ha sido consecuencia de las políticas aplicadas por los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, que desalentaron y en muchos casos transformaron en económicamente inviables los cultivos tradicionales de trigo, maíz, sorgo y girasol.
El Ministro Contigiani pretende intervenir de distintas maneras en las decisiones de los productores de nuestra provincia, indicándoles qué es lo que pueden o no pueden hacer en sus campos, con sus recursos económicos y con su riesgo empresario, a partir de una supuesta inhabilidad para sostener y realizar una producción sustentable. En tal sentido ha manifestado que desde el gobierno «se pretende más regulación de parte del interés público para que no todo el mundo haga lo que quiere con los recursos naturales. Que se recupere espacio frente al interés privado, que en los últimos 30 años se llevó puesto al interés público, a las regulaciones y a los marcos legales”.
Sería apropiado que el Ministro que tiene el deber de representar a todos los productores de la Provincia tenga una mirada más amplia y entienda, que la actividad agropecuaria, tanto ganadera como agrícola, tiene en Santa Fe más de 150 años, y los productores han realizado su actividad sin provocar ningún desastre ecológico, porque la proyección de su actividad, por generaciones ha dependido de la conservación de los recursos que posibilitaron su producción.-
Y ha quedado claro, en particular en los últimos años, donde el cambio tecnológico ha posibilitado las herramientas para una mejor y más intensa producción, que no han necesitado ningún tutoreo estatal para incorporar las nuevas tecnologías, ya sean estas mecánicas, genéticas, agroquímicas o de conocimiento, requiriendo y contratando todos los asesoramientos necesarios para mejorar sus perspectivas.
Los resultados están a la vista, y en particular en la situación presente, donde superados los obstáculos, restituida la rentabilidad y la transparencia en la actividad comercial, con la eliminación de una acción de gobierno distorsiva y discriminatoria, el campo aceleró su apuesta de inversión para producir, pese a todas las adversidades climáticas, una nueva cosecha record en este ciclo 2016/17.
Sr. Ministro y Sr. Gobernador, los productores no necesitan un gobierno que les venga a decir qué es lo que tienen que hacer en sus predios, necesitan un gobierno que comprenda y ejecute su rol. El gobierno no produce ni compite, quienes lo hacen son los productores y los empresarios, a su propio riesgo, quienes necesitan que el gobierno provea, acondicione y maneje las externalidades, cuya eficiencia sí es la que condiciona en su apropiación la competitividad de las distintas producciones.
Un buen sistema de saneamiento hídrico, buenos caminos vecinales, buenas rutas provinciales y nacionales, ferrocarriles que funcionen en tiempo y forma, puertos suficientes que descarguen y carguen rápido camiones y buques, una hidrovía con calado suficiente y mantenida para el mayor aprovechamiento de la capacidad de carga de los buques, servicios sanitarios y aduanas efectivas, son entre otras cuestiones, las que determinan que nuestra producción sea más o menos competitiva en el comercio exterior. Creemos que son proyecciones más que importantes para cualquier gestión de gobierno.
Desde ya nos oponemos a la intervención del Estado en nuestras decisiones productivas, nuestra inversión y el riesgo consecuente , suponiendo una inhabilidad de nuestra parte, que se pretende corregir en el corto período de un mandato de gobierno, cuando llevamos varias generaciones produciendo y aportando a la Nación y a la Provincia todo nuestro esfuerzo y conocimiento, que es un capital social, que muchas veces los tecnócratas no valoran, pretendiendo colocarnos un tutelaje de cabecera en cada explotación, que se termina transformado en un puesto de peaje para satisfacción de requerimientos corporativos y tecnocráticos.”