En abril de este año, el Concejo Municipal aprobó la elevación de una Recomendación a la Municipalidad en la que aconsejaba poner en marcha un plan de campañas de educación vial, con el fin de reducir los riesgos propios del tránsito. Hasta la fecha no se registra contestación a tal iniciativa, situación que obliga a redoblar esfuerzos para materializar la propuesta.
En el diario devenir de los individuos que conforman nuestra comunidad, aquellos que hacen uso de las calles y otras vías de traslado, están expuestos a los avatares propios de un tráfico caótico debido en parte, a las conductas llevadas adelante por tales usuarios.
Las legislaciones locales, provinciales y nacionales que rigen la seguridad vial, aparecen como insuficientes, aun con multas costosas, retenciones y otras acciones punitivas, para corregir este tipo de conductas.
El concejal Emilio Adobato considera que cuando está comprometida la seguridad vial, se requiere mantener el tema en agenda permanentemente. Esto implica que deben ser constantes las acciones tendientes a educar al ciudadano en el uso de la calle y la vereda, ya sea como peatón, pasajero o conductor, actualizando los conocimientos a partir de las transformaciones que constantemente se producen en las normas, hábitos y actitudes referentes al tránsito.
Por tanto, es necesario ir modificando algunas costumbres que se dan por naturalizadas en la comunidad como el uso del celular al conducir, el traspaso de semáforos en rojos, solo por citar algunos ejemplos, de modo que, persuasión mediante y constante, con permanencia en el tiempo hasta la saturación, esas conductas puedan ir adecuándose a la legislación que, estando vigente, tiene como objetivo brindar seguridad para las personas y sus bienes.
Adobato entiende que la Municipalidad es el primer nivel de intervención en materia de seguridad vial, por lo que instituir un programa ambicioso de concientización sobre seguridad vial, a través de campañas especialmente diseñadas, es un compromiso que debe asumir de manera urgente.
