Se estima para el resto de diciembre y enero, pero desde febrero el fenómeno empieza a perder intensidad. Chances de una Niña en la primavera.
El Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático SAT estimó que la provincia de Santa Fe sentirá con fuerza el efecto de El Niño durante el verano, con lluvias por encima de la media.
En contraposición, y por efecto de una mayor recurrencia de cielos cubiertos, anticipan que las temperaturas en lo que resta de diciembre y enero próximo estarían por debajo de la media para la época.
Por otra parte, las estimaciones a largo plazo contemplan una paulatina desactivación de El Niño, a partir del otoño, e incluso las primeras señales de una posible Niña para la primavera de 2024. Antes, en mayo, se detectó para el oeste santafesino la posibilidad de heladas tempranas ante la posible disminución de las precipitaciones.
En su primera parte, el informe repasó lo ocurrido con el clima durante noviembre en la provincia. «Con precipitaciones muy abundantes en el cuadrante noreste de la provincia las lluvias ocurrieron como estaba previsto, pero la zona noroeste no tuvo la abundancia esperada en las mismas», indica. Entre los principales registros urbanos, la ciudad capital totalizó 275mm, Reconquista 265mm, Rosario 159mm, Rafaela 267mm, Rufino 55mm y Tostado 137mm.
Respecto de la situación para diciembre, «se presenta con un escenario similar al del mes anterior». Por lo que «las precipitaciones tendrán un exceso generalizado en toda la provincia, comenzando por el norte desde principios de mes y en la segunda quincena extendiéndose al resto del territorio».
Pese a que la temperatura en el Océano Pacífico ecuatorial, factor que determina la activación del El Niño, se mantiene elevada, el CMMC advierte que «muestra una tendencia a enfriarse» hasta alcanzar valores normales para junio de 2024. «Aunque también se observa una zona puntual más fría de lo normal», añade.
A su vez, el Atlántico en la zona del Anticiclón Santa Elena frente a las costas de Uruguay y sur de Brasil se mantiene también sobre las medias históricas, con una tendencia a enfriarse en mayo y junio.
«Con esto, las previsiones de lluvias, durante el primer semestre del 2024, muestran un exceso en el primer trimestre, y una paulatina disminución de la anomalía hacia mitad del año», anticipa la organización meteorológica. La situación, agregan, «favorecerá que el repunte del río Paraná continúe dentro de niveles normales a altos, hasta el final del otoño».
En este contexto «Niño», sostienen: «teniendo en cuenta las anomalías de precipitaciones indicadas por los modelos para nuestra provincia, el fenómeno tendría una intensidad moderada a fuerte en dicho territorio en el período estival».
En cuanto a las temperaturas, diciembre y enero tendrán registro medios «levemente por debajo de lo normal», por el predominio de días nublados. Luego sí se esperan temperaturas normales o superiores. «Esto también se condice con la previsión de lluvias, y que desde el otoño la anomalía de las mismas comienza a disminuir».
Según el análisis de los datos aportados por el NOAA sobre el posible comportamiento de la temperatura del Océano Pacífico ecuatorial, podrían observarse indicios de un posible final del evento «Niño» en el transcurso del otoño de 2024. «Posteriormente, sería posible una transición a una fase neutral para el invierno. Yendo más allá, y siguiendo la tendencia de dichos parámetros, sería posible un evento Niña desde la primavera 2024», concluye.