Tos, catarro, dificultad para respirar, llanto y fiebre son algunos de los síntomas de esta enfermedad que, este año, se ha adelantado. Cuáles son las señales de alarma.
Para ponerlo en cifras, según el último Boletín Epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud, donde se da un repaso por las notificaciones de estas enfermedades y se analiza en relación con otros años, “entre las semanas 01-19 del año 2023 se notificaron 34.402 casos de Bronquiolitis, con una tasa de incidencia acumulada de 2358 casos/ 100.000 habitantes”.
En ese sentido, señalaron que “el número de notificaciones de Bronquiolitis en menores de dos años entre las semanas 1 y 19 del año 2023 muestran un aumento progresivo desde la semana 11 que se acelera en las últimas semanas”. Al tiempo que destacaron que “si se comparan los casos de VSR (uno de los principales agentes asociados a casos de bronquiolitis) acumulados entre SE1 y 19 de los últimos 7 años”, a partir de los resultados de laboratorio, “se verifica que en el presente año se registra el 56% más que lo registrado en el año con mayor número de casos en el mismo período (2019)”.
¿Qué se diferencia esta enfermedad de las otras respiratorias que tantas veces aparecen durante la temporada invernal?
Primero que la bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y afecta sobre todo a los menores de 1 año. Aunque generalmente es provocada por el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), también puede ser causada por distintos virus.
Como afecta las vías aéreas pequeñas, se produce una inflamación en los bronquiolos. Es por eso que provoca distintos grados de dificultad para respirar y se manifiesta con agitación, tos, decaimiento, dificultad para alimentarse o dormir.
Es por eso que, hay que tener en cuenta cuando, en algún momento, el chico además empieza presentar silbidos al respirar y como que se van para adentro los músculos que están entre las costillas. Esta es una señal de que inevitablemente hay que ir al médico, porque ya no es un catarro común y la mejor manera de tener un diagnóstico correcto es llevar al niño o niña a una consulta con el equipo de salud para que sea evaluado.
Es que, como no existen tratamientos para el virus, es decir que no hay jarabes ni antibióticos, es de vital importancia controlar que el compromiso respiratorio no afecte la oxigenación normal. Es decir que esa dificultad que tiene el chico no esté impidiendo que pueda respirar bien.
Pero eso no es todo, ya que otro aspecto que se relaciona con esta enfermedad es que evitan ingerir alimentos o bebidas. Entonces es importante que se asegure que el niño pueda alimentarse e hidratarse lo suficientemente bien, pese a la dificultad respiratoria. Y para esto, nuevamente, es importante la evaluación de los profesionales de la salud.
Es que, además, cuando un chico tiene bronquiolitis el organismo también predisponerse para que puedan aparecer otras infecciones.