Con el descenso de las temperaturas se debe tener cuidado al recurrir a estufas, calderas, calefones, leña o carbón, termotanques y cocinas a gas que pueden provocar intoxicaciones.
La provincia, a través del Ministerio de Salud, brindó recomendaciones para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono, un gas tóxico producto del mal funcionamiento de estufas, calderas, calefones, termotanques y cocinas a gas natural, así como del uso de leña o carbón para calentar los ambientes.
En ese sentido, el subsecretario de Promoción y Prevención en Salud, Sebastián Torres, explicó que “el monóxido de carbono es un gas difícil de percibir ya que no tiene olor ni color, es imperceptible, y que, en altas concentraciones, puede ser letal”.
“Con el descenso de las temperaturas debemos ser muy cuidadosos con el uso que damos a los elementos que tenemos a mano para aclimatar el ambiente, y estar fundamentalmente atentos para reconocer los síntomas de una posible intoxicación para tomar medidas inmediatas”, agregó el funcionario.
“Hay una serie de síntomas que podrían hacer sospechar”, dijo y precisó:
> Dolor de cabeza
> Mareos
> Debilidad
> Náuseas
> Vómitos
> Dolor en el pecho
>Confusión
Recomendaciones
Ante la aparición de algunos de estos síntomas, se aconseja:
> Abrir las puertas y ventanas, apagar los aparatos que utilizan combustibles y salir de la casa.
> Dirigirse inmediatamente a un lugar donde pueda respirar aire fresco.
> Dirigirse a una guardia, o centro de salud y comunicar al médico que sospecha de envenenamiento con monóxido de carbono. El envenenamiento puede diagnosticarse con una prueba de sangre.
> Las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas mayores y las que sufren de anemia, problemas del corazón o respiratorios, pueden ser mucho más sensibles al inhalarlo.
>> Se recomienda no subestimar ninguno de estos síntomas. No darle importancia a estos puede llevar a la pérdida del conocimiento y ser mortal. De ser necesario, llamar al servicio de emergencias 107.
Mantenimiento y uso de artefactos
> Al comenzar cada invierno, hacer inspeccionar por un técnico especializado todos los aparatos domésticos que utilizan combustible: calderas a gas, calentadores de agua, hornos y estufas u hornallas de gas, calentadores a kerosén o gas y también las chimeneas y estufas a leña. Todos los conductos deben estar bien conectados, en buenas condiciones, y no deben estar bloqueados.
> Controlar que la llama de las estufas y cocinas sea azul, si es amarilla consultar con un gasista matriculado.
> Escoger aparatos domésticos que eliminan los gases de la combustión hacia el exterior de su casa. Deben estar instalados correctamente y mantenerse según las instrucciones del fabricante.
> Si se usa un calentador a kerosén o a gas que no tiene sistema de ventilación, seguir cuidadosamente las instrucciones que trae el aparato. Usar el combustible apropiado y dejar abiertas las puertas que dan al resto de la casa. Mantener una ventana algo abierta para que entre aire y el consumo de combustible sea adecuado.
> No encender el motor de un auto dentro del garaje, aunque tenga la puerta abierta. El humo puede concentrarse rápidamente en el garaje o en la casa.
> No usar el horno de gas para calentar la casa, ni siquiera por poco tiempo.
> No usar carbón dentro de la casa, aún en la chimenea.
> No irse a dormir dejando un calentador a gas o a kerosene encendido si el aparato no tiene ventilación hacia el exterior de la casa.
>> No usar aparatos con motores a gasolina (cortadoras de hierba o de maleza, sierras eléctricas, motores o generadores pequeños) dentro de un cuarto cerrado.