El sábado 1 de febrero de 2025, a partir de las 19:00 horas, Reconquista fue escenario de la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista, organizada por la Intersindical del Norte.

La movilización, que tuvo lugar en la Plaza 25 de Mayo, fue parte de una convocatoria nacional que surgió como respuesta al polémico discurso del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos.

La marcha comenzó en la intersección de las calles Patricio Diez y Obligado, con el objetivo de repudiar los discursos de odio y las políticas de ajuste que, según los organizadores, atacan los derechos de sectores vulnerables de la sociedad.

Pablo Rolón, de la CTA General Obligado, explicó que la convocatoria no solo buscaba manifestarse contra las palabras del presidente, sino también visibilizar el rechazo a las políticas que, a su juicio, afectan a la comunidad LGTBIQ+, al feminismo y a quienes han sufrido las consecuencias del ajuste económico.

“Lo que dijo Milei en Davos, especialmente sobre la comunidad LGTBIQ+, la violencia de género y las orientaciones políticas de izquierda, es muy grave”, afirmó Rolón, quien subrayó que los sindicatos no pueden permanecer callados ante este tipo de discursos.

Además, destacó la importancia de la marcha como un llamado a la acción para todos aquellos que se han sentido atacados por las políticas nacionales, incluidos los trabajadores que han perdido sus empleos.

La marcha también contó con la lectura de un Documento de Repudio, en el que la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo Reconquista expresó su enérgico rechazo a las declaraciones de Milei en Davos, calificándolas de “inaceptables” y “directamente agresivas” hacia la comunidad LGTBIQ+ y el movimiento feminista. En el documento se destacó la crítica a la propuesta del presidente de eliminar la figura judicial del femicidio, una medida que se considera que invisibiliza la violencia de género.

El repudio también incluyó un llamado a la justicia social, señalando el aumento de la pobreza y el hambre debido a la falta de políticas inclusivas. En este sentido, se exigió que el presidente se retracte de sus declaraciones y que el Gobierno implemente medidas concretas para promover la igualdad y el respeto hacia todas las personas, sin distinción de orientación sexual, identidad de género o género.

La marcha fue una muestra de solidaridad con aquellos sectores de la sociedad que se sienten amenazados por los discursos de odio, y un claro mensaje de que la comunidad de Reconquista se mantiene firme en su defensa de los derechos humanos, la convivencia pacífica y la tolerancia.