Darío Franco, un comerciante de barrio Chapero de Reconquista, vivió una amarga experiencia en su local comercial donde vende pollo, cuando, al llegar temprano a trabajar, se encontró con que le habían roto la puerta y saqueado su establecimiento.
El ladrón o los ladrones se llevaron una considerable cantidad de dinero, aunque dejaron las herramientas y otros objetos valiosos sin tocar. «Se ve que buscaban alcohol y plata. Yo no vendo alcohol, por eso solo se llevaron dinero», explicó Franco.
Franco, visiblemente frustrado por la situación, comentó que este no es un hecho aislado. «Ya varias veces me vienen robando y la policía no llega a nada», lamentó.
El comerciante también expresó su descontento con la falta de respuesta por parte de las autoridades locales.
«Estoy cansado, me las voy a cobrar, voy a hacer las averiguaciones por mi cuenta y voy a dar con quienes son los responsables de estos actos delictivos», agregó, reflejando su hartazgo ante la situación.
A su vez mencionó que la inseguridad en la zona afecta a varios comercios, y que la falta de acción de la justicia y de la policía agrava aún más la situación.
«Cada tanto vienen a robar por esta zona a los locales comerciales. La justicia los abraza más a ellos que a nosotros», expresó, asegurando que los comerciantes se sienten desamparados.
Además, Franco relató que la crisis económica ha afectado gravemente su negocio, con pocas ventas y muchas inversiones en seguridad que no han dado resultados.
«Estamos mal, bajoneados, con pérdidas importantes y con préstamos que aún estoy pagando», señaló, haciendo hincapié en el esfuerzo y el riesgo que implica mantener el local operativo.