El vecino Gustavo Sandrigo de Tartagal expresó su preocupación por el estado crítico de la ruta provincial 31, especialmente en el tramo que conecta Tartagal con Intiyaco, luego de las últimas lluvias. “Es un desastre, nadie se hace cargo. Cada vez que llueve enfrentamos el mismo problema: la imposibilidad de transitar”, declaró Sandrigo.

Un tramo clave, pero olvidado
La ruta 31 es fundamental para comerciantes, docentes y productores de la región. Sin embargo, el deterioro es evidente. Sandrigo destacó que el movimiento de suelo para asfaltar los 22 kilómetros entre Tartagal y Chaco fue realizado, pero la obra quedó inconclusa. “Hoy es una ruta abandonada. No hay mantenimiento, y se vuelve intransitable con cada lluvia. Además, la parte mejorada está llena de lomos que dañan los vehículos y obligan a circular a mínima velocidad”, agregó.

Reclamo al gobierno provincial
El vecino señaló la falta de acción del gobierno provincial liderado por Maximiliano Pullaro, que aún no ha tomado decisiones sobre la continuidad del proyecto. “Es hora de que las comunas, especialmente la de Tartagal, reclamen con firmeza a la provincia o a quien corresponda. La peor parte está en el distrito Tartagal”, subrayó.

Impacto en la economía local
El mal estado de la ruta afecta no solo la conectividad entre localidades, sino también las actividades económicas de la región. Comerciantes y productores enfrentan complicaciones para trasladar sus productos, mientras que docentes y otros trabajadores esenciales ven dificultado su acceso.

Los vecinos esperan que este reclamo movilice a las autoridades para retomar y concretar la obra, garantizando así una solución definitiva a un problema que afecta a toda la comunidad.