Serán la materia prima para que el LIF pueda producir aceite. En el predio se construye un laboratorio experimental de extracción, purificación y caracterización de sustancias cannabinoides con calidad farmacéutica.
El camino hacia la producción del cannabis medicinal en la provincia de Santa Fe tuvo un importante impulso este martes por la mañana en el Centro de Investigación y Desarrollo, ubicado en Monte Vera. Allí se trasplantaron las primeras 135 plantas de cannabis en un macrotúnel acondicionado para que la época invernal no afecte el proceso de cultivo.
«Se sembraron unas 250 semillas y llegamos a tener 200 plantines, que se cultivaron en indoor y ahora con su tamaño adecuado se trasplantaron al macrotúnel», indicó el ingeniero agrónomo Álvaro García, asesor principal del proceso de cultivo, en diálogo con El Litoral, acerca del trabajo interdisciplinario que llevan adelante el Ministerio de Producción Ciencia y Tecnología, el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Cada ejemplar trasplantado fue etiquetado a los fines de identificar su variedad y hacer el seguimiento correspondiente. Acerca de las características del macrotúnel al que llegaron, el ingeniero mencionó «tiene luces artificiales para manejar el fotoperíodo, hasta el momento que llegue la floración que demora entre unos 60 y 70 días. Cada planta se colocó sobre un camellón, que cuenta con dos cintas de riego, conectadas a un sistema principal que posee dosificación de fertilizantes y acidificación del medio de riego».
Una vez que la planta completa su floración es cosechada, continuará su proceso en otras instalaciones del predio, que avanza en sus obras para contar con el laboratorio experimental de extracción, purificación y caracterización de sustancias cannabinoides con calidad farmacéutica. También se está construyendo un indoor, lugar en el que «se almacenarán los germoplasmas, plantas madres, que van a establecer las diferentes líneas de investigación, a través de clonaciones», comentó Eliana Eberle, subsecretaria de Proyectos de Innovación Productiva Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología de la Provincia.
«Es un momento histórico»
«El Estado se puso a la par de lo que estaba hecho. En nombre del Estado pedimos disculpas por haber demorado tanto», resaltó el gobernador Omar Perotti durante la conferencia de prensa que presentó el importante avance hacia la producción de cannabis medicinal.
Sonia Martorano, ministra de Salud, remarcó que la plantación de cannabis con fines medicinales «es un momento histórico», por el cual apuntan a «acompañar a las mamás, los papás, a los chicos que estaban utilizando aceite de cannabis por una enfermedad pero en verdad ese aceite no tenía trazabilidad, es decir que faltaba una presencia, un acompañamiento del Estado».
Martorano recordó el proceso que llevó al gobierno provincial a la decisión de producir el aceite de cannabis medicinal en el LIF, «investigamos, estudiamos, comenzamos importando el aceite Charlotte’s, que es el que estamos distribuyendo pero avanzamos un paso más, no solo con el cultivo desde el Estado sino también la investigación. Porque sabemos que no es solo epilepsia refractaria en infancias (la que puede tratarse) sino que hay una serie de otras patologías que se benefician con esto».
La ministra indicó que con esta apuesta buscan acercarse a las problemáticas de la gente, «de saber qué necesita, qué ocurre en el mundo, qué evidencia científica hay. Por eso digo, a tan poco tiempo y teniendo otras problemáticas, que se haya llegado hoy a esto implica un oído atento, una escucha hacia lo que necesita la gente y de lo que le pasa a estas familias que ahora van a poder tener un producto que tenga trazabilidad, lo cual no es menor. Más allá de eso comenzamos con investigación científica para poder generar evidencia de para qué otras cosas sirve», y concluyó: «Esto es soberanía científica, en medicamentos para la provincia y lo vamos a extender al país».
Daniel Costamagna, ministro de Producción, Ciencia y Tecnología, señaló que «permitir un esquema de trazabilidad, primero agronómica, después industrial y después medicinal, hará que podamos tener aceites propios producidos en la provincia y conociendo desde el germolpasma, desde el inicio».