La empresa frigorífica Vicentín Faenas SRL que alberga un centenar de trabajadores y vende exclusivamente al mercado interno en varias provincias de la región NEA, fue clausurada por el organismo RENSPA, imposibilitando que pueda seguir faenando en el futuro.

Un planteo administrativo que no se resolvió en tiempo y forma que se suma a la crisis financiera de la empresa y empantana posibilidades de alejarse del concurso de acreedores que afronta desde hace más de tres años.

Arrasar con empresas y cerrar fuentes de trabajo parece una desgracia y una condena de la que Villa Ocampo, desde la gestión Paduán, no puede apartarse ni alejarse. Sus históricas industrias cerradas, la única en pie es el Frigorífico Vicentín Faenas SRL que acaba de recibir del RENSPA su letánico golpe de gracia. Sus 100 operarios hace 2 días que no pueden ingresar a las instalaciones y por lo que queda de diciembre, la posibilidad de destrabar el problema administrativo con el organismo del estado es una real y dura imposibilidad.

Negociaciones con destino de venta de la empresa se viene hablando desde hace no menos de cuatro años. Su declaración de convocatoria de acreedores ha puesto a la empresa en una situación embarazosa y las desgracias a diario no parecen abandonarla. Es llamativo como el poder político no activó salvataje alguno conforme a aliviar su situación financiera ni haya sido beneficiada con programas provinciales ni nacionales vigentes con destino de aliviar su particular situación que puso en vilo otro centenar de puestos de trabajos.

La especulación del mercado, el valor de la empresa y su situación financiera tal parece que es la joya que todos quieren adquirirla pero pagada con el valor de una empresa quebrada. Se especula que dineros de algunos políticos de influencias están detrás de tal posibilidad: esperar la caída por su propio peso permitiría adquirirla por poco dinero y con todo su personal despedido. En estos 10 años, todas las empresas de Villa Ocampo fueron puestas en la misma situación. Todas quebraron o cerraron definitivamente.

Quitarle la posibilidad de faenar en los próximos meses obligaría a que la empresa pierda su cartera de clientes y su mercado de influencia. Es decir, representantes del estado que deberían salvarla, son hoy los lobos que especulan con su caída para adquirirla a un bajísimos valor quitando toda posibilidad de imponer condiciones por parte del actual directorio de la empresa frigorífica citada. En tanto se sortea quien se queda con los despojos residuales, 100 personas quedan fuera del mercado laboral esperando un fin de año inimaginado hace tres años atrás.

La caída de las empresas en Villa Ocampo han sido bajo el mismo modus operandi reiterativo y recurrente: provocar su quiebra para luego adquirirlas por pocas monedas. Ni el intendente ni otra autoridad regional, dentro del que se encuentra el Senador provincial o algún ministro movieron un dedo para evitar la caída de Ingenio Azucarero ARNO ni la Papelera. Un montaje grosero y cargado de irregularidades permitió que una empresa fantasma – Bioenergía Agropecuaria S.R.L. – se adueñara, sin papeles que acredite su titularidad, de la histórica Alcoholera, entidad que fuera inaugurada en plena campaña electoral ante la presencia del actual gobernador de la provincia. Cuatro días después bajaron sus persianas hasta el día de la fecha aduciendo que no lograron conseguir materia prima. Una improvisación que costó juicios, denuncias y el costo de millonarias cifras por parte del estado provincial.

Del ingenio azucarero se especula un gran negocio inmobiliario que superará los 500 millones de pesos al tiempo que su nuevo dueño lo adquirió por 6 millones a pagar en tres años. El intento por recuperar la papelera desde una cooperativa regenteada por un señor del que nadie sabe su nombre se hizo humos y sus ex trabajadores no gozan ni siquiera de los haberes en su carácter de desocupado. SAPEM S.A. jamás presentó balance enfrentando hoy juicios millonarios por ex trabajadores en forma conjunta contra una cooperativa de trabajo que jamás presentó un libro de acta.

El triste, lapidario y depresivo escenario que azota a Villa Ocampo desde hace una década se enfrentan al contraste de las únicas políticas que le dio resultados al intendente Enrique Paduan: La Miseria Pavimentada Acaba De Anunciar Otras 25 Cuadras De Asfalto Más Para La Ciudad.

 

Fuente – Huber Cracogna

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