Hoy se conmemora el día de la enfermería en Argentina, una noble profesión que al
igual que otras en el campo de la salud, nació fuera del espacio universitario y se
transformó en una pieza fundamental del sistema sanitario. En homenaje a sus
representantes en la Armada, presentamos a Jaquelina Anabella López, Cabo Principal
Enfermera embarcada a bordo del patrullero ARA “Storni”.


El 21 de noviembre de 1935 se fundó la Federación de Asociaciones de Profesionales
Católicas de Enfermería en Argentina. De esa manera se estableció el día de la
Enfermería en el país, cuya patrona es la Virgen de los Remedios, festividad que se
celebra también en esta misma fecha.
Para referirnos a este día es necesario tener en cuenta el contexto global y considerar la
figura trascendental de la británica Florence Nightingale, precursora de la enfermería
profesional contemporánea y creadora del primer modelo conceptual de enfermería.
Al igual que otras disciplinas del campo de la salud, la formación en enfermería surgió
fuera del espacio universitario. En sus comienzos, tenía un carácter benéfico,
relacionado con la necesidad de contar con su aporte en el campo de batalla frente a
distintas guerras, plagas y catástrofes. Sin embargo, en la década del 40 se inició en
América Latina un proceso de industrialización que demandó la atención médica para
proteger la mano de obra, lo que dio origen a su profesionalización.
La enfermería de hoy pone en evidencia un alto grado de profesionalismo y entrega
absoluta, aportando su conocimiento, experiencia y competencia, siendo una pieza
fundamental del sistema sanitario. En nuestro país, las primeras universidades en
incluirla fueron la Universidad Nacional del Litoral, que en 1939 creó la Escuela de
Nurses y la Universidad Nacional de Tucumán, que en 1952 abrió la Escuela de
Enfermería.


Jaquelina Anabella López es Cabo Principal Enfermera. Actualmente se encuentra
viviendo en la ciudad de Mar del Plata y es la Encargada del Departamento Sanidad a
bordo del patrullero oceánico ARA “Storni”, donde tiene la responsabilidad, no solo de
ejercer su profesión, sino también de fomentar la importancia de la salud y la prevención.
“Ser enfermera en la Armada Argentina implica estar preparada para ejercer la profesión
en todos los ámbitos, estando en la primera línea, asistiendo al personal militar sin
importar su jerarquía y trabajando 24 horas para proteger su salud y bienestar”,
manifiesta.
Enfermera a bordo
La Cabo Principal Enfermera Jaquelina López relata que inició su recorrido en la Armada
luego de haber estudiado en la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA) y recibirse
como enfermera profesional. Comenzó sus prácticas en el Hospital Naval de Puerto
Belgrano y luego fue destinada al buque oceanográfico ARA “Austral”, en la Base Naval
Mar del Plata.
“Es necesario que un enfermero apenas recibido haga de manera obligatoria prácticas
en un hospital. Necesita foguearse, conocer e identificar patologías. Porque al estar

navegando, nosotros estamos solos; necesitamos de nuestro ojo clínico para identificar
las patologías. No siempre embarcamos con médicos a bordo y toda la dotación es
nuestra responsabilidad. Debemos capacitarnos constantemente”, explica la Cabo
Principal López.
Actualmente su trabajo a bordo del patrullero ARA “Storni” consiste en ir más allá de
controlar los síntomas propios resultantes de una navegación, como náuseas y mareos
que pueda sufrir el personal. “Acá me dedico, además, a explicar patologías, y
promocionar la salud y la prevención”.
“Instruyo y adiestro camilleros para enseñarles a realizar maniobras seguras en todo
momento. Doy clases, les explico qué es lo que tenemos que hacer y qué elementos
podemos utilizar de la enfermería en caso de un accidente. La oficina de Sanidad está
abierta para todos y a mí me da gusto explicar cómo funciona”, relata la enfermera,
quien destaca que en el buque son una familia que se cuida entre sí.
Mientras está destinada en Mar del Plata, Jaquelina no deja de hacer cursos para
profesionalizarse en materia sanitaria. Actualmente está terminando la Licenciatura en
Radiología, aprovechando sus momentos libres para estudiar y así finalizar la carrera, ya
que el año que viene prestará servicios en el Hospital Naval Buenos Aires “Cirujano
Mayor Dr. Pedro Mallo”.
De tierras rosarinas
Jaquelina Anabella López nació en la ciudad de Rosario, provincia de Santa hace 32
años. Hija de padres trabajadores, pasó allí los primeros años de su vida, pero luego se
mudó a Villa Gobernador Gálvez, una localidad fabril al sur de la provincia santafesina.
Su padre trabaja allí en una fábrica, pero el principal motivo por el cual Jaquelina realizó
el secundario lejos de Rosario, fue por una cuestión de seguridad: “Mi mamá no quería
que nos criáramos bajo un ambiente inseguro. Me pedía que fuera siempre mejor que
ella. Estudiar es la base para conseguir lo que queremos ser de grandes”.
Cuando era adolescente pasaba gran parte del día haciendo natación en el club de la
ciudad. Le encanta nadar desde que tuvo su primer contacto con la pileta. Por este
motivo, desde que se mudó a Mar del Plata, seis años atrás, tuvo la idea de incursionar
en el surf junto con su esposo.
Decidió ingresar a la Armada Argentina una vez finalizada la escuela secundaria cuando
su primo le acercó un folleto informativo y descubrió que podía ser enfermera en la
Institución. “Me pareció interesante y decidí ingresar a la Escuela de Suboficiales de la
Armada; soy lo que siempre quise ser. Mi objetivo de adolescente lo cumplí y estoy feliz
de la persona que soy hoy en día y de las experiencias que me ha brindado la Armada”.
En la actualidad regresa ocasionalmente a Villa Gobernador Gálvez y a Rosario, ya que
sus padres prefieren visitarla para aprovechar el mar y la playa; después de todo se
sabe que la ciudad santafesina “siempre estuvo cerca”.
Una de las cosas que más extraña durante los días de navegación es a su perro
labrador “Titán”, quien la acompaña desde hace 13 años y tiene un papel primordial en
su vida.

Jaquelina es una enfermera apasionada por lo que hace y, sobre todo, por fomentar la
importancia de su profesión en el ámbito naval. “Ser enfermera me hace feliz; vengo
contenta a trabajar y ese es el objetivo de cualquier persona, hacer algo que te gusta.
Estoy muy agradecida a la Armada, ella me ayudó a forjar mi personalidad y me dio la
experiencia para ser quien soy”.

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