A siete meses de la desaparición de Rosalía Jara, aún no hay certezas sobre su paradero, nadie da respuestas concretas, solo meras palabras, muchas promesas y las acusaciones cruzadas continúan a la orden del día.

 

Rosalía Jara desapareció misteriosamente de la localidad de Fortín Olmos el 1ro de julio de 2017, la última vez que la vieron fue en un bar, habló por teléfono en reiteradas oportunidades, salió caminando apurada pasando por arriba de un alambrado ubicado frente al bar y se perdió en la inmensidad de la oscuridad, hasta hoy nadie sabe nada a pesar de todos los movimientos realizados e inclusive teniendo a una persona detenida acusada de haberla hecho desaparecer.

Aduciendo que buscaron aprovechar el cambio en las condiciones geográficas en el lugar donde se habían hecho rastrillajes anteriormente, hace menos de diez días nuevamente realizaron rastrillajes en campos adyacentes a Fortín Olmos, fue durante dos días y las pericias arrojaron una vez más resultados negativos.

Por otro lado está la promesa de que participe en la búsqueda el ingeniero en electrónica y telecomunicaciones Ariel Garbaz, director del laboratorio de Seguridad de Comunicaciones de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), perito del caso Maldonado, pero hasta el momento a pesar de que desde la provincia argumentan de que los recursos para que este perito comience a trabajar están, desde el MPA de Vera, manifiestan que estos recursos todavía no están disponibles y que el trabajo de geolocalización de celulares lo haría gendarmería nacional, además agregan que el trabajo de Garbaz es caro y no asegura en un 100% efectividad en el esclarecimiento.

El trabajo que pueda realizar Garbaz es fundamental para el esclarecimiento del caso, ya que mediante sus pericias se puede sacar la identidad de las personas que estuvieron alrededor del teléfono de Rosalía la noche de su desaparición y así poder reconstruir la escena del 01 de julio, éstas personas podrían ser testigos en la causa o responsables de su desaparición.

Pero claro, en este caso todo se hizo y se hace difícil, pues Rosalía es pobre y es del monte, y en Fortín Olmos, plena cuña boscosa, tampoco hay muchos votos que les puedan interesar a los políticos de turno, así que habrá que conformarse con lo que hacen y seguir escuchando sus promesas y quizás alguien tenga alguna respuesta si este caso queda en la más absoluta impunidad.

Fuente: FM Vida Fortín Olmos

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