Lo dijo Macarena, la mamá de Yazmín, la pequeña de Reconquista que el 21 de noviembre de 2018 cayó desde el cuarto piso de un hotel céntrico de la ciudad de Santa Fe.

A siete meses de la caída al vacío de Yazmín desde el cuarto piso del hotel Castelar donde se encontraba junto a sus compañeros de escuela de la ciudad Reconquista, Macarena, su mamá, contó cuál es hoy el estado de salud de la nena de 10 años.

Yazmín está hoy internada en el hospital de Niños Orlando Alassia luego de que en uno de los controles ambulatorios le descubrieron que estaba con bajo peso, así que debió quedarse para hacer una recuperación de nutrientes.

«El accidente nos cambió mucho la vida familiar pero hizo que nos uniéramos un montón. Los otros dos hermanitos más chicos son los que sufren por lo que pasa, porque tuvieron que dejar algunas cosas de lado por la atención que debe recibir su hermana y de la cual me ocupo al ciento por ciento yo sola. Pero estamos contentos porque la vemos a Yazmín no bajar los brazos y seguir su lucha».

«Es un ángel, no se queja y siempre le da para adelante. Hasta me da fuerzas a mí cada vez que me ve triste».

Pero la recuperación de la pequeña es larga y no hay una fecha determinada de alta definitiva ya que todo es fruto del trabajo día a día sumado al costo médico. «Nosotros hacemos todo lo que podemos y lo que está a nuestro alcance, pero ahora, a siete meses de lo ocurrido debo decir que se hizo un abandono de persona. El seguro que le brindaron en el viaje, no responde, las maestras jamás se acercaron ni me golpearon la puerta para decir «tomá unos mates yo te la cuido un rato». Todos nos soltaron la mano y ya no nos dan ninguna ayuda», dijo emocionada Macarena.

La familia reclama hoy ayuda para hacer frente al costo médico: «No entendemos cómo a tanto tiempo de lo ocurrido aún no haya ninguna respuesta».

Rehabilitación

Yazmín, quien cumplió 10 años hace unas semanas, está en silla de ruedas y continúa con su rehabilitación, algo que llevará bastante tiempo. «Recién cuando cumpla 15 o 16 años evaluarán si su sacro podrá soportar su peso y poder recuperar sus piernas. Lo que nos esperanza es que evoluciona a pasos agigantados. Es un ángel, no se queja y siempre le da para adelante. Hasta me da fuerzas a mí cada vez que me ve triste».

«El seguro de la empresa de viaje se hizo cargo de algunos gastos médicos pero ahora ya no. Por eso se decidió hacer un requerimiento de mediación extrajudicial obligatoria.»

La pequeña, gracias a la obra social de su padre, dispone de tres veces por semana de una kinesióloga que va a su casa para que haga su tratamiento pero ahora están en busca de una psicóloga, la cual por los costos y por tener que ser a domicilio les resulta difícil conseguir.

«Cuando venimos acá a Santa Fe a los controles, cada 20 días, ella dispone de la totalidad de los profesionales que necesita», dijo Macarena. En cuanto a sus estudios, la escuela en Reconquista les brinda una docente que va a su casa y en el Alassia utiliza el servicio del hospital escuela.

Mediación extrajudicial

Dado el paso del tiempo y la falta de respuestas, la familia hizo una presentación ante la Justicia santafesina. Adrián Picech, abogado de la familia, comentó: «La situación de Yazmín fue grave y lo sigue siendo. Sucede que su recuperación no tiene una posible fecha de alta y en qué condiciones quedará. El seguro de la empresa de viaje se hizo cargo de algunos gastos médicos pero ahora ya no. Por eso se decidió hacer un requerimiento de mediación extrajudicial obligatoria. Ahora solo resta esperar la fecha de la primera audiencia. Queremos darle a conocer la situación de Yazmín al hotel, al seguro, al Ministerio de Educación de la provincia y la empresa de turismo sobre todo para el costo médico, luego se evaluará cuál es la responsabilidad de cada uno de ellos y de esta manera evitar alguna otra instancia judicial».

Yazmín también contó que durante su internación en Santa Fe para rehabilitarse, estudia con una maestra y que la tratan «rebién». Y que estar acompañada por su familia, amigos y profesionales en estos momentos la pone «muy contenta».

«Estoy esperando volver a caminar y volver a ser yo. Hacer deportes es lo que más extraño. Yo antes hacía patín, jugaba al hockey e iba a empezar vóley. Cuando camine no quiero estar más acostada, ni ver la cama. Estoy cansada pero siempre positiva. Ahora voy a poner todas mis energías en poder recuperarme para poder irme a casa pronto», manifestó.

 

Fuente – Diario UNO Santa Fe

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