El ocampenseTomás Steeman, con 21 años se encuentra jugando en el Club Lomas de Buenos Aires. A su corta edad, pasó por diferentes ligas, como la Metropolitana y la Nacional y por varios clubes importantes, pudiendo así dar cuenta de las exigencias que demanda esta disciplina deportiva a nivel profesional.
Hasta llegar al club que juega en la actualidad, Tomás Steeman se formó en equipo de vóley del Colegio Virgen Niña en Villa Ocampo, Santa Fe, de donde es oriundo. Pero también, transitó por diferentes instituciones de la talla del Boca Juniors y Fundación Jujuy.
El deportista destaca que la dedicación rinde frutos, tal es el caso de su hermano Marcos, creador de la prometedora Liga de Sierras Chicas, un reconocido DT de la región.
¿Cómo fueron tus comienzos en esta disciplina?
Mi comienzo en el vóley fue desde pequeño, cuando practicaba todos los deportes. Pero a los 10 años me incliné por el vóley, ya que me gustaba por mis amigos y porque mi familia era muy voleibolera. Entonces, arranqué en el Virgen Niña de Villa Ocampo, Santa Fe.
¿Qué recuerdo o momento te marcó más a lo largo de tu carrera como jugador?
Hasta ahora, a mi parecer, mi mayor logro ha sido salir campeón del Nacional de la A2. Salimos campeones con Jujuy y al año siguiente perdimos la final, pero igual conseguimos el ascenso.
Si bien, he tenido otros campeonatos muy importantes, como el Torneo Internacional de Villa Ocampo, el Torneo Abierto de la Liga Metro, esos también han sido muy importantes.
Pero mi mayor meta es ir a jugar afuera y estar en las grandes ligas del vóley.
¿Por qué equipos pasaste a lo largo de tu carrera? ¿Qué recuerdo te quedo de cada uno? ¿Y en cuál estás actualmente?
Como mencioné antes, empecé en el Virgen Niña, hice toda mi etapa de inferiores allí hasta los 16 y luego me fui a Buenos Aires, donde jugué en la Cooperativa de Tortuguitas y en la liga de ahí, que es la Metro.
Después, estuve dos años en Boca Juniors jugando el mismo torneo y la Liga Nacional en el Monteros Vóley Club. Estuve dos años en Jujuy y este año, en el Club Tucumán de Gimnasia, liga que suspendieron por todo el tema de la pandemia que estamos viviendo.
Actualmente, estoy en el Club Lomas de Buenos Aires, si bien todo está parado ya cerré con ellos.
¿Qué rol cumple tu familia en tu desarrollo deportivo? ¿Te afectó distanciarte de tus seres queridos para continuar tu carrera en otras provincias?
Mi familia cumple un rol muy importante, no tengo duda que toda mi carrera es gracias a ellos. Mis hermanos han estado ahí, me han inculcado el amor por el vóley y mis papás, todo lo que hicieron durante la etapa en inferiores y hasta el día de hoy, en cada viaje, cada beneficio y en muchísimas locuras más. La verdad que es todo gracias a ellos.
Sí, me afectó un poco el tema de irme a jugar afuera porque era chico, pero todos entendimos que, si yo quería aspirar a jugar profesionalmente, me tenía que ir de Villa Ocampo para seguir creciendo.
¿Qué pensás acerca de la Liga de Vóley de Sierras Chicas llevada adelante por tu hermano Marcos Steeman?
La verdad que la Liga de Sierras Chicas es algo impresionante. Antes, viajaba mucho a Córdoba, estuve al principio de cuando mi hermano montó este proyecto. Fue creciendo el vóley en la región.
Si bien ya se jugaba, no era tan conocido, pero ahora uno habla con él y ve las fotos, y es increíble la cantidad de equipos que tiene.
Es una de las ligas más grandes de la Provincia y más organizada. Los resultados son méritos a todo el compromiso que mi hermano le puso.
¿Qué exigencias tiene este deporte a nivel profesional? ¿Qué opinás sobre la profesionalización del vóley femenino que están pidiendo las jugadoras argentinas? ¿Creés que hay diferencias entre la rama masculina y la femenina en la liga nacional?
El vóley masculino en Argentina está bastante lejos de ser profesional, pero, creo que, sí hay una diferencia entre el vóley masculino y femenino, así que uno las apoya y las entiende.
Primero que nada, en lo salarial, entre las mejores jugadoras de la Liga Nacional y los mejores jugadores no hay comparación de lo que cobran unos y otros.
Después, en las inferiores, la liga masculina dura 8 meses. A veces, algunos equipos arreglan por 10 meses y en la femenina sólo cuatro.
¿Tenés pensado ir a jugar a algún país donde este deporte sea más competitivo?
La idea de muchos jugadores como la mía, es ir a jugar afuera por muchos motivos: para hacer la diferencia, conocer la cultura, otros países, por la experiencia.
¿Qué pensás de la Selección Argentina? ¿Te gustaría jugar?
Yo pienso que la Selección Argentina tiene jugadores muy importantes que están en las mejores ligas del mundo, así que estamos en un nivel muy bueno y también, creo que cualquier persona o deportista le gustaría representar a su país en cualquier deporte, entonces, obviamente que me encantaría jugar en la Selección.
¿De qué manera estás atravesando el aislamiento? ¿Cómo te afectó desde lo deportivo? ¿El club les brinda herramientas para ayudarlos tanto en lo físico como en lo psicológico en esta situación que estamos atravesando?
Si bien, este aislamiento es duro en todos los sentidos, a los deportistas les afecta mucho. Te dan muchas ganas de jugar, pero hay que esperar a que todo esto se solucione para poder volver a hacer lo que amamos.
De parte del club, nos mandan una rutina que se puede hacer con cosas de la casa, así que tenemos una rutina deportiva que ellos nos brindan.
Para finalizar: ¿Algún consejo para los que recién están empezando en este deporte?
Si tengo que darle un consejo seria que le metan mucha garra y amor, este deporte demanda mucho tiempo.
Si se quieren dedicar profesionalmente, tiene muchas etapas donde tenés que dejar cosas de lado, como salidas con amigos entre otras, pero a la larga termina valiendo la pena, porque el vóley te deja personas hermosas.
Fuente: Valentina Solís y Antonella Monguzzi – 5to. Año, Instituto Educativo Nuevo Milenio (elmilenio.info).