Desde el jueves, es intenso el movimiento de unidades de traslado de internos que llegan a la Unidad Penal 10 de Santa Felicia.
El motivo es el traslado de más de un centenar de presos de distintos lugares con destino de la dependencia penitenciaria ubicada en el paraje verense.
Son, precisamente, 112 internos de las alcaidías de Vera, Reconquista y Tostado, y de la cárceles de Coronda y Las Flores los condenados trasladados a la unidad penal.
El número, la cantidad de presos enviados a este destino, llama la atención. Se trata, a todas luces, de un movimiento de alta escala, inusual en ámbito carcelario.
Con custodia policial y en traffics, los reos van arribando a la denominada cárcel de régimen semiabierto, o «cárcel granja».
Con este contingente, la población penal se ve multiplicada y la cárcel comienza a adoptar un perfil de complejo penitenciario multipropósito.
Vale recordar que hace unos meses tanto las fuerzas vivas de Vera como el Obispado de Reconquista hicieron expresa su preocupación y rechazo por la posibilidad de que esta cárcel dejara de lado su esencia socializadora y reeducadora de personas en conflicto con la ley, para pasar a ser una unidad de máxima seguridad que alojaría internos de probada peligrosidad.
Con aquella movida, cualquier intención de la provincia de avanzar en tal sentido quedó desbaratada. Sería bueno ahora que las autoridades pertinentes informasen qué tipo de presos están trayendo a Santa Felicia.
Fuente – Infovera