Tras la sequía histórica que atraviesa la región en este momento, las paredes del templo luterano se agrietaron en una parte, por lo que fue necesario contratar a un albañil para la refacción del edificio.
Al finalizar las tareas el día de ayer, el albañil muestra los resultados de su trabajo a dos miembros de la comisión directiva actual, y refirió que «En esta parte de la pared había libros y hojas, se ve que usaron eso para rellenar y tapar. Yo los saqué y arreglé esa parte…» luego los desechó con el resto de los escombros.
En su inocencia, lo que no sabía el albañil es que se tratan de documentos históricos colocados detrás de la piedra fundacional hace 70 años, el 23 de Agosto de 1953, cuando fue inaugurado el templo.
De lo que se pudo recuperar de entre los escombros, y con el estado de deterioro avanzado en partes, se puede ver que se trata de un libro himnario, de una biblia escrita en alemán y de un diario, también en alemán. En aquella época no existía el nylon, film protector o absorbentes de humedad para preservar mejor las cosas.
Por el momento, los escritos fueron resguardados nuevamente y se buscará más información en las actas fundacionales para verificar los contenidos y el propósito de dichos documentos que se sabe, responden a una tradición de la época.