Sergio Arrieta, árbitro de la Liga Rafaelina, le prestó sus botines a un joven para que pueda seguir jugando al fútbol, a pesar de que él tuvo que continuar dirigiendo en medias.
Este fin de semana, en la Liga Rafaelina se vivió un momento conmovedor, un gesto que para algunos puede ser mínimo pero que para quienes lo protagonizaron significo algo importante.
Durante un partido en divisiones inferiores entre el Centro Cultural, Deportivo y Biblioteca Aldao y Deportivo Susana, a un jugador se le rompieron sus botines y un juez de línea decidió prestarle los suyos para que pudiera continuar en cancha.
Sergio contó con sus palabras el gesto que tuvo con el jugador: «Empieza el partido y a los 15 minutos veo que Lucas viene corriendo y se queda parado. Entre los compañeros y el técnico le preguntaban si pasaba algo, entonces pregunté y el profesor de ellos me dijo que se le rompieron los botines. Ahí me descalcé sin pensar y le di mis botines».
Con ese gran acto, Arrieta selló su presentación como árbitro de divisiones inferiores. A pesar de que los entrenadores de Colonia Aldao decían que no era necesario, él insistió.
Gracias a su bondad y con Lucas en cancha, el Club Aldao ganó ese partido. Todos los técnicos y jugadores agradecieron el gran gesto.
Sergio Arrieta es además profesor de Karate y cursa la carrera de Entrenador Deportivo. Para alguien ligado al deporte, dice que la difusión que tuvo su gesto representa un «mimo» para los árbitros, quienes suelen ser mirados como los «malos» en la actividad deportiva, pero que, como en este caso, se dedican a esta actividad por amor a lo que hacen y lo demuestran con estas actitudes.