Vicente «Nano» Cuevas, reconocido chef y embajador de la gastronomía Jaaukanigas, continúa su labor en el mundo culinario, ahora desde el Puerto de Reconquista, donde comparte su pasión por la cocina local y las tradiciones de su región. Sin embargo, su influencia trasciende las fronteras argentinas, como lo demuestra su participación en el proyecto internacional “Peces para la Vida”, un esfuerzo de seguridad alimentaria en Bolivia que lleva más de una década de trabajo.
Hace 12 años, Cuevas comenzó a formar parte de este proyecto en Santa Cruz de las Sierras, centrado en la piscicultura y la promoción de la sostenibilidad alimentaria en la región amazónica. El proyecto trabaja con especies de peces como el Pacú, que fue introducido en la región en los años 70 por Perú, y se ha convertido en un pilar esencial para las comunidades nativas que dependen de este recurso.
Actualmente, el proyecto se encuentra en su tercera fase (2022-2025), orientada a empoderar a las mujeres en el ámbito de la piscicultura. “El 80% de las personas que participan son mujeres. Ellas tienen una capacidad excepcional en el cuidado de los peces y en el procesamiento del producto final”, señaló Cuevas, quien destacó cómo este enfoque no solo mejora la seguridad alimentaria, sino también las condiciones económicas y sociales de las familias involucradas.
A lo largo de su participación, Cuevas ha sido parte de simposios internacionales donde expertos de países como Italia, Brasil y otros miembros de la comunidad global en seguridad alimentaria se reúnen para compartir conocimientos.
En uno de estos eventos, celebrados recientemente, Cuevas presentó su tercer libro, dedicado al Pacú, que incluye 12 recetas simples y variadas, desarrolladas en colaboración con las comunidades bolivianas.
Este aporte culinario es un ejemplo de cómo la cocina puede ser un motor de transformación social, contribuyendo al desarrollo sostenible.
El proyecto Peces para la Vida se implementa en 10 municipios de Cochabamba y Santa Cruz, en Bolivia, donde mujeres y familias han experimentado transformaciones significativas, mejorando sus condiciones de vida y desarrollando nuevas habilidades. Con el patrocinio del gobierno de Canadá, este proyecto también ha promovido una mayor equidad de género y ha fortalecido el tejido social en las comunidades involucradas.
Cuevas resaltó que el trabajo conjunto con institutos de investigación y ONGs locales e internacionales ha sido crucial para el éxito del proyecto, y destacó el impacto positivo que ha tenido en las comunidades nativas de Bolivia, donde se ha logrado un cambio real tanto en la producción de pescado como en la participación activa de las mujeres.
El legado de Cuevas y el proyecto “Peces para la Vida” siguen creciendo, reflejando la importancia de la cooperación internacional y el trabajo en equipo para lograr un futuro más sostenible y equitativo para todos.
