La niña se recupera en su casa de Reconquista y está en la ciudad por unos chequeos. Según su madre, se acuerda de todo el accidente y en varias ocasiones se lo relató con todos los detalles.
El 21 de noviembre un viaje de estudios de la pequeña Yasmín se iba a transformar en la peor pesadilla para la familia Ausburguer. Por causas que todavía se investigan la nena oriunda de Reconquista cayó al vacio desde una de las ventanas del cuarto piso del hotel Castelar en el centro de esta ciudad. Ese día tras el accidente y hasta el día domingo Yasmín fue atendida en el hospital Alassia con múltiples traumatismos y quebraduras. Al momento de ingresar su estado era de máxima gravedad. Pero Yasmín no se rindió y junto a un trabajo excelente de los profesionales del nosocomio público y el acompañamiento de su familia fue saliendo de a poco de la terrible pesadilla.
Hoy la niña está mucho mejor y está en la ciudad donde se encontró con la fiscal que entiende el caso para explicar lo que sucedió esa fatídica madrugada.
“Fue todo un shock la noticia y nos cambió la vida a todos. Tener siempre a mis hijos de manera impecable y que de golpe pase esto es terrible. Pero todo deja un aprendizaje. Estamos aprendiendo sobre la marcha y es un gran dolor verla en estas condiciones pero todos juntos vamos a salir adelante», explicó a los micrófonos de LT10 Macarena Toledo, madre de la niña.
Fueron meses difíciles y todavía Yasmín sigue avanzando, despacio, pero de manera concreta. Esta semana la niña está en la ciudad para el control que llevan los médicos de la evolución de la paciente. Se le sacaron los puntos y también la sonda esperando que orine por sus propios medios. Mañana, a la niña le toca un estudio para ver la sensibilidad en sus piernas. Por ahora solo mueve su pierna derecha y hay que ver cómo avanza el movimiento de sus dedos que, por ahora, es nulo.
Con respecto a lo sucedido esa madrugada, la niña contó a su madre todo lo ocurrido. Según relató la madre, y respecto a lo que le contó la niña, ese día hacía mucho calor y la ventana estaba abierta. Se trata de una ventana con persiana y debajo de esa ventana había una cama donde dormía una compañera de Yasmín. Todos los días, cerca de la medianoche pasaban las profesoras a cerrar la ventana pero ese día, no ocurrió.
“Yasmín no quería dormir con la ventana abierta porque le daba miedo”, explicó la madre de la niña. Por eso fue que decidió cerrar la ventana. Pero la desgracia estuvo a la orden del día y un hecho simple se transformó en algo complejo y luego en una tragedia.
Como es costumbre en este tipo de sistema de persianas, cuando se abren más de la cuenta y no existe una traba que pare el rodamiento, la hoja de madera se mete dentro del hueco de la pared donde queda enrollada. Ante esta situación, Yasmín se subió como puedo para tratar de colocar la hoja de la persiana en el riel para poder bajarla. Es en ese momento cuando pierde el equilibrio y sale por la ventana. En ese momento la niña logra agarrarse de la cortina pero sus fuerzas no aguantaron y cayó pesadamente desde el cuarto piso a la vereda del hotel.
Lo ocurrido aquella madrugada en el centro de la ciudad se trató de un accidente lejos de cualquier conjetura que se sacó por aquellos momentos. Una mala pasada del destino que puso a Yasmín entre la vida y la muerte pero la niña sigue peleando todos los días y la evolución es lenta pero favorable.
Fuente – Lt10.com.ar