Gaúna, tal el apellido del padre de familia de Calchaquí imputado por abusos intrafamiliares, pasará 10 meses en una celda de la Alcaidía de la Unidad Regional XIX.

La justicia de Vera, en audiencia de medida cautelar, trasformó en prisión preventiva su detención sobrevenida a raíz de una denuncia en su contra por abusos intrafamiliares en perjuicio de sus hijas (se cree que son 3 las víctimas), a las que abusó sexualmente y con las cuales tuvo 8 hijos.

El sujeto quedó imputado por abuso sexual agravado por el vínculo y por ser el guardador de las adolescentes, que sufrieron el calvario a las que las sometió su padre desde que eran menores.

A su vez, sobre su concubina de apellido Velázquez también recayó la resolución judicial de prisión preventiva por idéntico lapso de tiempo. La mujer fue imputada por encubrir a su pareja en los abusos. Tanto es así que era ella la que anotaba en el Registro Civil local a los hijos que el chacal procreaba con su propia sangre.

El caso salió a la luz a fines de marzo pasado por una denuncia anónima. Luego, adquirió mayor énfasis gracias a una ONG de Calchaquí, que tenía contacto con las víctimas, que al igual que toda la familia vivían en condiciones infrahumanas en un suerte de choza situada en las afueras de la ciudad. Llamativamente, desde el ámbito municipal nunca de detectó la dramática situación que padecían las hijas de este matrimonio; y si fue al contrario, jamás se actuó en consecuencia.

Una vez que Fiscalía tomó la causa, dio intervención inmediata a la División Trata de Personas de Reconquista, y a la Subsecretaría de Niñez de Vera, que intervinieron en base a entrevistas que determinaron la probabilidad de la existencia de los abusos.

Gaúna y Velázquez, alojados en la Alcaidía afrontan graves cargos en su contra. Los 8 menores, fruto de la relación incestuosa, fueron derivados para sus cuidados a la Fundación Luminares que funciona en la ciudad.

El fiscal del caso Martín Gaúna Chapero avanza en la recolección de pruebas y testimonios. Ordenó que en un plazo inmediato se realicen las pruebas de ADN a los 8 inocentes y a Gaúna, que en esta aberrante realidad sería padre y abuelo, para determinar la paternidad. Y por ende, su culpabilidad y la de su mujer.

El caso

La causa se inició a partir de una denuncia anónima realizada al 144, el número gratuito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para mujeres víctimas de violencia que funciona en todo el país, las 24 horas, los 365 días del año.

La persona que se comunicó – pudo saber InfoVera -, dio detalles y pidió que la Justicia investigue a un padre de familia por el presunto abuso de sus hijas, que viven con él y su mujer. El o la denunciante manifestó que esos hechos de carácter sexual estarían ocurriendo en una vivienda de las más precaria construcción ubicada a unos 3 kilómetros de la ciudad.

Y apuntó que el abusador (de apellido G.) no solo es el padre de las adolescentes, sino que además habría procreado con ellas un número indeterminado de hijos.

La exposición del caso realizada al 144 enseguida fue comunicada a la Comisaría de la Mujer que tomó cartas en el asunto y dio aviso inmediato a Fiscalía. Y desde esa instancia se solicitó la intervención a la Agencia Provincial de Investigación sobre Trata de Personas.

En la casa descrita como “terrorífica” por los investigadores, construida con chapas viejas, maderas y bolsas, vivían entre 11 y 13 personas en condiciones inenarrables, desprovistas de todo tipo de servicios indispensables y en medio de una promiscuidad alarmante. “Es inimaginable que alguien pueda vivir así en pleno siglo 21, es de terror”, dijeron a InfoVera quienes llevan el caso.

Los hijos e hijas del matrimonio presentan todos problemas de discapacidad, lo que volvió complejo el trabajo de los profesionales para llegar a la verdad.

 

Fuente – Infovera

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