El caso conmocionó a la pequeña comunidad norteña en agosto de 2016, cuando un matrimonio fue asesinado de 55 puñaladas. El año pasado fue condenado a perpetua el principal sospechoso y ahora la Cámara Penal ratificó el fallo.

Enzo Ariel Gómez Serra (foto) fue condenado a prisión perpetua por el doble crimen de Ramón Argentino Rodríguez (58) y su esposa Sara Ángela Cubecino (59).

El Colegio de Jueces Penales de Segunda Instancia de los tribunales de Vera ratificó la condena a perpetua y la absolución para los dos hombres que fueron a juicio el año pasado por el doble crimen de Villa Guillermina, que tuvo como víctimas al matrimonio que formaban Ramón Argentino Rodríguez (58) y Sara Ángela Cubecino (59).

Los camaristas Pablo Bernacchia, José Antonio Mántaras -por mayoría- y Oscar Burtnik sostuvieron el fallo de primera instancia dictado por los jueces Gonzalo Basualdo, Gustavo Gon y Mauricio Martelossi el 23 de mayo de 2019.

En dicha oportunidad, el tribunal de juicio declaró culpable a Enzo Ariel Gómez Serra (28), enfermero, estudiante de Trabajo Social y empleado de la comuna, quien fue confinado a la máxima pena como autor de «doble homicidio, agravado por alevosía y criminis causa» y «hurto» (lo absolvieron por el ensañamiento). En tanto, absolvieron a su amigo Daniel Alejandro Paredes, también e 28 años, por el delito de «encubrimiento agravado», en un debate que tuvo lugar en los tribunales de Las Toscas.

Las apelaciones

La absolución del cómplice fue apelada por el fiscal de Las Toscas, Juan Carlos Koguc y la abogada querellante, Alejandra Forte; en tanto la perpetua fue recurrida por el abogado defensor de Gómez Serra, el Dr. Daniel Alcides Baralle.

La audiencia de apelación se celebró el 18 de noviembre, ante el fiscal Norberto Ríos (quien reemplazó a Koguc), los defensores de Paredes (Sergio Olivera) y de Gómez Serra (Daniel Baralle); así como de la abogada querellante, la Dra. Forte, en representación de Maricel y Laura Rodríguez, hijas del matrimonio asesinado.

El asesino ingresó con llave y por el frente a la vivienda de las víctimas, ubicada en calle Paraná Nº 50, la madrugada del 7 de agosto de 2016.

55 puñaladas

Ramón y Sara fueron ejecutados de manera cruenta, el 7 de agosto de 2016, en su casa de la calle Paraná Nº 50, entre calle Rivadavia y Avenida San Martín de Villa Guillermina. La cámara de seguridad de una heladería que está enfrente de la vivienda familiar registró el ingreso de una persona a las 2.05 de la madrugada y su salida 13 minutos más tarde.

En ese lapso, Gómez Serra sorprendió al hombre en su cama, a quien le asestó 40 puñaladas; y luego aplicó otras 15 a la mujer, que dormía en un cuarto contiguo. En el tiempo restante rompió una caja de seguridad de madera empotrada en un mueble y se llevó dinero y documentación personal de las víctimas. Al salir, rompió la luz de ingresó y dejó la casa a oscuras.

Aunque la imagen de video no es categórica en cuanto a la identificación de la persona condenada, para el tribunal de juicio y luego la Cámara, existen numerosos elementos de contexto que llevan a comprobar la autoría de Gómez Serra en el doble homicidio.

Llaves robadas

Según el testimonio de una de las hijas del matrimonio, el delincuente ingresó con un juego de llaves que un mes antes había desaparecido del negocio que regenteaban las víctimas, un autoservicios llamado «Maricel» que se encuentra pegado a la casa. De hecho contó que su padre había comprado una nueva cerradura para cambiarla, pero en Villa Guillermina no hay cerrajero, una fatalidad que podría haber evitado el atroz crimen.

El caso no fue inmediatamente esclarecido, sino que llevó unos 20 días más dar con los presuntos responsables, que según se indicó durante el juicio, hasta participaron de algunas marchas en pedido de justicia mientras no existían sospechas.

Pero pronto los gastos excesivos de Gómez Serra lo pusieron en la mira de los investigadores, junto con Paredes, quien tras su declaración incriminando directamente a su amigo, quedó imputado por encubrimiento y recuperó la libertad.

Testigo «acorralado»

No obstante durante el juicio la fiscalía sostuvo que Paredes ayudó a Gómez Serra a deshacerse del arma homicida, un portafolios de la víctima y dinero, guantes y una prenda de vestir, que desecharon en un zanjón en la ruta 100-S, y permanecieron durante más de 20 días bajo el agua y el barro.

Declaró «en beneficio propio cuando se sintió acorralado», sostuvo el representante del MPA, que pedía pena de 6 años de cárcel para Paredes; pero el tribunal entendió que finalmente el muchacho colaboró con la investigación y llevó a los pesquisas a dar con las evidencias descartadas.

La querellante también cargó contra Paredes desestimando la colaboración «por amistad» con Gómez Serra y recordó que incluso recibió «ropa nueva y una pelota» por su ayuda para deshacerse de los objetos comprometedores. También señaló el «cinismo» de ambos, ya que participaron de marchas por el esclarecimiento del crimen que ellos mismos perpetraron en sus roles de autor y encubridor.

Contra los jueces

En tanto la defensa de Gómez Serra insistió que no existe prueba que ubique a su pupilo en el lugar del crimen y volvió a referir punto por punto su crítica a la sentencia que «deja mucho que desear» y a la que consideró una «construcción forzada y carente de sustento en prueba científica», dijo.

Por su parte, el Dr. Olivera contestó diciendo que «no hay pruebas que participara en ninguna marcha» y recordó que lo que se busca es «un reproche penal y no ético». «El derecho no exige conductas heroicas», dijo el defensor de Paredes, para justificar que lo acompañó a tirar los objetos sustraídos, por temor a represalias.

«HERIDA DE VENGANZA»

Aunque se estableció que el móvil del crimen fue ocultar el robo, porque Gómez Serra era conocido del matrimonio Rodríguez, durante el juicio se hizo referencia a un episodio donde Sara Cubecino lo echó del supermercado delante de otros clientes. Tal es así que el informe forense señala que la mujer tenía una herida en la cara que fue descripta como «una herida de venganza, de rencor, de ira», presumiblemente atribuida a aquel altercado.

CUMPLEAÑOS

Maricel y Laura Soledad son hijas del matrimonio Rodríguez – Cubecino. Ambas vivían en la provincia de Corrientes cuando les mataron a sus padres el 7 de agosto de 2016. Ese mismo día, Ramón y Sara se habían comprometido en ir a visitarlas, porque era el cumpleaños número 31 de Laura.

Gastos y sospechas

Durante el juicio declararon testigos que dieron cuenta de los gastos que hizo Enzo Gómez Serra con posterioridad al doble crimen y que no se condecían con su pasar económico. Compró un teléfono Iphone en Reconquista, pagó deudas con la EPE, le compró botas a una mujer con la que mantenía una relación, pagó deudas varias, y tatuajes por adelantado.

Para justificar sus repentinos gastos, el acusado dijo a sus allegados que había cobrado una indemnización de la comuna de Villa Guillermina de la que era empleado, cosa que fue desmentido en juicio por el representante legal.

Según las estimaciones, el asesino se llevó de la casa una suma de dinero de 230 o 240 mil pesos.

Fuente – www.ellitoral.com

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