Miguel Antonio Ferreira Vera y su esposa están acusados de transportar más de 200 kilogramos de marihuana. La droga fue hallada en distintos compartimientos ocultos, dentro de su camioneta.

Miguel Antonio Ferreira Vera fue detenido a mediados de 2016 en Reconquista, con más de 200 kilogramos de marihuana en su camioneta, pero se hizo “famoso” en nuestra provincia a fines de enero de este año, cuando logró escapar de prisión -en una maniobra cinematográfica- y con un remisero como rehén llegó a nuestra zona, donde finalmente fue recapturado días después. Este hombre, de nacionalidad paraguaya, fue procesado ahora por la Justicia Federal, al igual que su esposa Silvina Brítez Pérez, quien lo acompañaba con su bebé en brazos el día que hallaron la droga.

El narcotraficante fue sorprendido el 20 de octubre de 2016, cerca de la medianoche, por personal de Gendarmería Nacional que realizaba un control de rutina sobre la Ruta Nacional 11, en el kilómetro 777,7, a la altura del peaje de Reconquista.

Ferreira Vera manejaba una camioneta VW Amarok, en la que los uniformados hallaron 320 paquetes de marihuana compactada, distribuidos en guardabarros trasero izquierdo (14), guardabarros trasero derecho (20), doble fondo de la caja de carga (201) y debajo del asiento trasero (85).

Ahora, el juez Federal de Reconquista, Aldo Mario Alurralde, dispuso el procesamiento con prisión preventiva de cumplimiento efectivo por el delito de transporte de estupefacientes -Art. 5º inc. c) de la Ley 23.737- para la pareja. Cabe señalar que el hombre está alojado en la cárcel de Coronda, mientras que la mujer se encuentra en la Unidad 31 de Ezeiza.

Fugados

El nombre de Ferreira Vera fue conocido por todos los santafesinos meses después de su arresto, cuando logró escapar de una celda de la Alcaidía de Vera, en el norte provincial.

La fuga se produjo en horas de la tarde del 30 de enero de este año, cuando un fuerte temporal se abatía sobre las calles de la ciudad norteña. Ferreira Vera estaba en el patio del presidio, desde el cual sorteó una alambrada con púas del lado sur, ayudándose de mesas y sillas que apiló para ganar altura en uno de los rincones, fuera del alcance de las cámaras de vigilancia.

No se conoce la hora exacta de la evasión, pero se deduce que para las 19.15 el prófugo tomó un remís en la estación de servicios Shell que está dentro de la ciudad, mediante el cual emprendió la huida.

Una hora después, cuando la policía advirtió la fuga, emprendió un operativo cerrojo en el que también se dio aviso a las remiserías locales para que reporten alguna anomalía y por precaución.

A las 20.15 el chofer Cristian René Capello reportó que estaba en Reconquista con un pasajero. Ese fue el último contacto, y con el correr de las horas sus compañeros y patrón comenzaron a impacientarse, por lo que denunciaron el hecho.

Entre tanto, la noticia de que un narco paraguayo se había fugado tomaba fuerza en las calles y los medios locales. Momentos de angustia se vivieron en la remisería Franco, cuando en vano su propietario Jorge Godoy intentaba comunicarse con el celular de su empleado.

A esa altura, todos allí se habían convencido de que Capello estaba en problemas y que no se trataba de una confusión producto de la casualidad.

Fueron casi cinco horas de tensión las que se vivieron en la empresa de coches de alquiler, hasta que a la una de la madrugada, desde el perfil de Facebook “Remises Franco Vera” confirmaron la aparición de su compañero sano y salvo.

El chofer había sido obligado a conducir a punta de arma blanca en dirección sur por la ruta 11, hasta que el auto Volkswagen Voyage color gris plomo y patente KGH-498 se quedó sin combustible. Entonces fue liberado en las afueras de Santo Tomé.

También la mujer desapareció de su casa, en Buenos Aires, donde gozaba del régimen de prisión domiciliaria.

Ella se entregó pocas horas más tarde. Él fue recapturado el viernes 17 de febrero sobre la ruta nacional 19, al peaje a la altura de Frank, cuando circulaba a bordo de un automóvil junto a otras tres personas. Una mujer que lo acompañaba trató de sobornar a los uniformados de la Unidad Regional 3, delito por el que ya fue condenada en un juicio abreviado (ver recuadro).

Tentativa de soborno

Francisca Godoy viajaba en el auto en el que fue recapturado el narco paraguayo. Esta mujer trató de “coimear” a los policías que hacían el operativo, por lo que también fue detenida. En un juicio abreviado, fue sentenciada por el juez Jorge Pegassano a dos años y medio de prisión en suspenso, luego de que arribaran a un acuerdo la fiscal Yanina Tolosa y la defensora oficial María Soledad Estrada. El dinero ofrecido fue decomisado en la oportunidad y luego destinado a la Fundación Mateo Esquivo.

 

Fuente – El Litoral.com

 

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