El interventor de la comuna de Cañada Ombú, Franco Huber, brindó más detalles sobre la situación actual que están enfrentando ante las inundaciones. Aunque el conflicto persiste, se vislumbran soluciones y destellos esperanzadores en el horizonte.
Tras días de lluvias torrenciales que dejaron las calles anegadas, las localidades de Cañada Ombú y Los Amores recibieron un respiro con la salida del sol. A pesar de los estragos sufridos, los habitantes mantienen la esperanza de que el buen clima perdure y les brinde un alivio.
Durante este período crítico, Protección Civil ha desplegado esfuerzos para colaborar y asistir a los vecinos en su movilización. Aunque las lluvias superaron los 180 milímetros, causando daños en los hogares de 17 familias y la pérdida de muebles, no se registraron evacuaciones, gracias a la pronta respuesta de las autoridades locales.
El problema principal radica en la falta de drenajes adecuados. En respuesta a esta situación, Augusto Bustamante, especialista de la Secretaría Hídrica de Santa Fe, ha evaluado la zona y está elaborando un proyecto de drenaje que incluye el entubado necesario para prevenir futuras inundaciones.
En términos de atención médica, la situación está bajo control con la presencia de un médico en la zona. Además, se ha gestionado una ambulancia que estará a disposición de la comuna y sus habitantes para hacer frente a cualquier emergencia médica que pueda surgir.
Es importante destacar el apoyo recibido por parte de funcionarios provinciales, quienes no solo han brindado asistencia, sino que también han experimentado de primera mano la difícil situación, colaborando activamente en las gestiones para mitigar los efectos de la inundación, mencionó Huber.