A continuación vamos a compartir el trabajo realizado por la licenciada en Psicología Silvina Quintana titulado “Reflexiones para pasar esta Cuarentena en Familia”:

 

¿Cuánto hacía que no compartíamos tanto tiempo juntos? Tal vez en vacaciones o algún fin de semana largo…

En estas ocasiones sabíamos el período de tiempo que eso comprendía y seguramente podíamos disfrutar del aire libre, de pasear, de realizar actividades recreativas y sociales.

Las disfrutamos al máximo porque sabíamos su fecha de caducidad.

Ahora estamos frente a un gran desafío, pasar un período de tiempo incierto, en condiciones variadas. Para quienes tienen diferentes ambientes en la casa, patio, amplios espacios o viven en lugares alejados de la ciudad tal vez sea menos complicado, ésta no es la realidad de muchos.

En algún momento he leído “¿Qué harías si tendrías tiempo?” a cada uno de nosotros se nos pueden ocurrir diferentes ideas y deseos.

Esta cuarentena nos plantea la oportunidad de estar juntos y por tiempo indefinido, pero sabemos que terminará, que pasará… y en algún momento recordaremos esto y reflexionaremos al respecto.

Mientras tanto hay ojitos observadores que registran todo lo que hacemos y como los hacemos sentir durante este período.

¿Cómo estamos los adultos? ¿Angustiados, desbordados, con miedo? Poder registrar que nos pasa es fundamental, para evitar hacerlos parte de nuestras emociones negativas.

Quizás la realidad nos está dando la oportunidad de volver a mirarnos, de compartir instantes que en nuestra agitada vida no encontrábamos, espacio, tiempo de calidad, acompañando con disposición afectiva.

El Ministerio de Salud de la Pcia de Santa Fe ha compartido un documento preparado por el Equipo de Niñez de la Dirección Provincial de Salud mental, donde se brindaron sugerencias para acompañar a las infancias en tiempos de aislamiento social:

 Generar ambientes afectivos de protección y seguridad, donde los adultos a cargo del cuidado, puedan reconocer y atender sus necesidades emocionales.

 Resguardarlos de información e imágenes alarmantes.

 Sostener en lo posible, aquellas rutinas que le dan previsibilidad y seguridad a través de los hábitos de alimentación, juego, sueño, cuidado, afecto, reconocimiento y espacio personal.

 Responder las preguntas e inquietudes acorde a sus particularidades y desarrollo subjetivo.

 Promover actividades recreativas, artísticas, escritura, y otros, que le permitan evocar las emociones.

 Utilizar los medios que la tecnología nos permite para sostener los vínculos afectivos de los niños.

Desarrollo a continuación algunos tips para afrontar este momento saludablemente en familia:

 Evitar la Infoxicación: por todos los medios posibles, es importante estar al tanto de lo que ocurre, pero elegir de qué modo y en qué momentos recibiremos esa información, que sea confiable y oficial es lo recomendable. Los niños observan y perciben mucho más de lo que los adultos creemos, evitemos tener la tele todo el día encendida abordando este tema.

 Brindar información necesaria acorde a la edad: explicarles con lenguaje claro y sencillo los motivos del aislamiento social, su objetivo altruista y protector, sin abundar en información irrelevante.

 Establecer reglas y acuerdos de convivencia respetuosa: expresando cada uno de los miembros que molesta o afecta y que no de los demás, siendo claros y asertivos.

 Encontrar momentos del día para realizar actividad física y momentos lúdicos que recreen y diviertan a los miembros.

 Hacer actividades manuales, juegos de mesa, cocinar juntos.

 Organizar horarios para videollamadas, llamadas o audios a quienes quiero hacerles sentir mi afecto (familia, amigos), agregar personas que regularmente no teníamos fluida comunicación, puede ser luego de las tareas para recrearlos y relajar.

 Sostener rutinas dentro de lo posible: mañana, tarde y noche, para organizar el tiempo. Sin rigidez pero con orden.

 Los adultos de la familia pueden rotar en sus roles, para acompañarse y evitar el desgaste, teniendo cada uno momentos de espacio personal y descanso de manera igualitaria y equitativa.

 Adquirir hábitos de responsabilidad en el hogar: según la edad y características particulares del niño, enseñar a realizar cosas nuevas (ej. tender la cama, ordenar su ropa).

 Crear momentos espirituales (según las creencias de cada familia), los niños son muy sensibles y receptivos a estas actividades. Crear momentos de oración y meditación: hacer un “almanaque de oración” donde podamos incluir motivos y personas que quisiéramos tener “especialmente en cuenta”.

 Crear una lista de actividades favoritas que podemos hacer en casa, por parte de cada miembro de la familia, agregarla en una caja o frasco, para tomar al azar y llevarlas a cabo en momentos claves.

 Por otro lado crear otra lista de actividades que “extrañamos realizar” y haremos apenas sea permitido, podemos jerarquizar las que son más importantes.

 Dibujar y escribir: Abrazos que daré, personas que visitaré apenas pase la pandemia.

 Operativo Gratitud: Realizar cartas o dibujos y hacerlos llegar por medios digitales a quienes están pasando dificultades en estos momentos, averiguar si hay abuelitos solos, personas tristes, personal de salud, de seguridad comerciantes.

 Crear un proyecto solidario: por ej buscar ropa y calzados, juguetes y libros que regalaré apenas pueda hacerlo, acondicionarlos de la mejor manera.

 Tocar instrumentos o crear instrumentos con elementos reciclables: escribir canciones, escuchar música que sea positiva para las emociones de los niños.

 Crear momentos “todos juntos” en un espacio común donde se pueda abrir el diálogo, expresar emociones, compartir lecturas, que cada día un miembro de la familia pueda seleccionar una lectura para compartir, recordar momentos difíciles que se han podido atravesar en el pasado, identificar fortalezas de la familia (resaltar que característica se admira de cada uno de los miembros de mi familia, expresárselo de un modo especial).

 Crear momentos de “tiempo personal”, donde cada uno haga lo que gusta, en diferentes espacios de la casa (adaptarlo a las edades y supervisado por los adultos).

Cada familia tiene sus singularidades, es importante no idealizar en estos momentos, y exigir un “funcionamiento perfecto” (que de hecho es imposible). En esta cuarentena optemos por activar los recursos que tenemos, es tiempo de sembrar paciencia, amor, mirada cálida, empatía y asertividad, el tiempo dará la cosecha: fortaleza y resiliencia.

 

Silvina Quintana – Licenciada en Psicología.

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